Forbidden [NIAN]

22. Quiero que me elijas a mi

Entro a mi salón y siento todas las miradas en mi.

Ahora soy Alexa, la chica que perdió a su padres en un jodido accidente que salió en todos los noticieros.

Camino rápido y para mi desgracia Sophie no ha venido. Levanto un poco mi vista y veo a Paul que sonríe algo triste.

Avanzo hasta su puesto y me siento junto a él.

-Hola Alexa -dice suave.

-Hola Paul -sonrío tratando de demostrarle que estoy bien. No lo veía desde el funeral de mis papás.

-¿Como... has... estado? -titubea incómodo. Sé que yo estaría igual en su lugar.

-Sobreviviendo -bromeo. -Pero supongo que mucho mejor desde la última vez que me viste -él sonríe un poco más relajado y luego dirige su vista hacia su cuaderno.

Veo que él también dibuja. Y muy bien debo decirlo.

-Me gusta -sonrío y él me mira despistado. -También suelo dibujar -saco mi cuaderno de mi mochila y le enseño algunos dibujos que hice antes de estar triste. Obviamente no son los bocetos de Ian, no quiero que piense que estoy loca por llenar mi cuaderno con el hermoso rostro de mi tío.

-Wow -mira sorprendido mi cuaderno. -También me gustas...

Esperen.

¿Qué?

Él me mira incómodo y luego se ruboriza por completo.

OH POR DIOS... ESTO ES DEMASIADO VERGONZOSO.

-Me gustan... tus dibujos, -tose incómodo. -Eso quise decir -frunce el ceño y cambia su mirada rápidamente de mi.

Dios santo. Esto es demasiado incómodo y vergonzoso.

Quiero reír de nervios pero me limito a sonreír tranquila y sacar mis otras cosas de la mochila antes de que empiece la clase.

***

Luego de una incómoda clase con Paul absolutamente callado a mi lado, el timbre suena y es momento de cambiarnos de clase.

-Nos vemos mañana -digo amable y él sonríe un poco menos avergonzado.

-Nos vemos mañana -se levanta de su asiento y se va rápidamente del salón.

Dios, ¿Por qué un chico tan lindo se fija en mi justo cuando Ian vuelve a aparecer en mi vida? ¿Donde estuvo Paul todo este tiempo que estuve sola? En Oregon, claro.

Salgo de la sala y al fin me encuentro con Sophie.

-¡Alexa! -grita emocionada y corre a abrazarme.

-¿Donde estabas? -la miro divertida.

-Mi mamá se atrasó un poco y por eso vengo llegando ahora -hace una mueca. -¿Como estuvo la clase?

-No te perdiste de mucho, aunque haber faltado toda una semana me perdió un poco -ruedo los ojos y ambas reímos.

-¿Estás... mejor? -me mira preocupada pero intentando parecer tranquila.

-Si... bueno, no es que supere todo esto en una semana pero... ya sabes, hay que seguir adelante.

-Esa es la actitud -me mira alegre. -Ya sabes que es lo que tus papás hubieran querido -toma mi mano y yo asiento.

Es cierto. Mis papás no querrían verme como Jeremy está ahora. Tengo que ser fuerte por los dos y seguir adelante.

-¿Y como han estado las cosas con Ian? -pregunta Sophie mientras caminamos hacia nuestra próxima clase.