Forbidden [NIAN]

25. Ahora estoy dolido.

Narra Alexa...

Me miro en el espejo y luzco horrible.

Toda la noche llorando no le hizo bien a mi rostro.

Suspiro por milésima vez y arreglo mi cabello en una cola alta. Tengo que ir al juicio oral y ver a Ian después de nuestra dolorosa ruptura.

Es tan irónico... solo alcanzamos a estar juntos como novios una semana y unos pocos días. El mundo entero se dedicó a romper lo nuestro, como si no estuviéramos destinados a estar juntos jamás.

-¿Alexa?

Me volteo y veo a Jeremy usando su traje. Mi corazón se aprieta un poco más al recordar que es el mismo traje que ocupó para el funeral de nuestros papás.

-¿Estás lista? -dice preocupado. Supongo que mi rostro me evidencia por completo.

-Si -asiento con una casi sonrisa. -Vamos -tomo mi bolso y ambos salimos de mi habitación.

Jeremy y yo bajamos las escaleras y mi respiración se vuelve a paralizar al ver a Ian en la sala.

Su rostro se tensa al verme y de inmediato cambia la mirada hacia otro lado.

-Hola tío Ian -digo despacio cuando llegamos a su lado.

-Hola -dice serio y mira sus manos.

Me duele tanto esto que en cualquier momento me pondré a llorar.

Jeremy nos mira algo confundido por esta extraña distancia. Todo el mundo sabe que Ian y yo somos muy unidos... bueno, éramos muy unidos.

-¿Todo está bien? -pregunta mi hermano y yo asiento de inmediato. Demasiado rápido diría yo.

-¿Vamos? -dice Ian y nosotros asentimos.

***

Luego del juicio que determinó que Ian será mi tutor legal hasta que cumpla mis 18 años, y el tutor de Jeremy hasta que él demuestre que su comportamiento ha cambiado, los tres decidimos pasar a comer algo a un local de comida rápida.

-No puedo creer que me hayan creído incapaz de cuidarme a mi mismo... ¡Tengo 19! -reclama Jeremy mientras come sus papas fritas.

-Bueno, -dice Ian. -Ahora que eres mi... ¿Pupilo? -frunce el ceño y luego ríen. Yo intento concentrarme en mi hamburguesa de pollo.

-Prefiero sobrino -dice Jeremy divertido.

-Bueno, como mi sobrino/pupilo/hijo prestado -bromea Ian. -Tendrás que buscar un jodido empleo o ponerte a estudiar una carrera -lo mira serio. -Y por sobretodo... debes dejar de consumir las mierdas que consumes -lo apunta con otra papa frita.

Intento ocultar mi sonrisa porque la situación de verdad es divertida.

¡La ley del hielo Alexa! Recuérdalo, Ian terminó contigo anoche. No rías. Debes ser Elza de Frozen y congelar tu puto corazón.

-Como mi nuevo tutor, no deberías decir groserías tío Ian -bromea Jeremy.

-Lo siento, en el taller parecemos piratas -suelta una carcajada.

-¿Y como van las cosas con la sensual de Camille?

Disimuladamente me giro hacia Jeremy y lo fulmino con mi mirada mentalmente.

De reojo veo que Ian se tensa y solo finge una sonrisa.

-Amm... no sé si deba compartir mis asuntos con mi pupilo -lo mira divertido y yo solo siento mi sangre arder por mis venas.