Capítulo 25

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La cuchilla se escapó de sus manos cayendo al suelo y rebotando hacia una esquina del baño dejando en su camino algunas gotas de sangre en el piso, el agua siguió corriendo al igual que la sangre de su muñeca, había dejado la puerta abierta del baño, el pecho de su amiga subía y bajaba y su cuerpo había empezado a temblar, se tambaleo hasta caer en la cama, sus ojos recorrían cada marca de su brazo, diagonales y rectas, pequeñas y algunas con más de tres centímetros, desde la muñeca hasta antes de los codos, era incapaz de contar la cantidad de cicatrices que tenía, debió tocar la puerta, pero tanto ella como los demás entraban así porque si a su casa, era la costumbre.

No podía articular palabra alguna, su boca parecía estar seca y ahora además, estaba inmóvil, casi no respiraba deseaba como nunca no haber visto a Emma en ese estado, pero era mejor que seguir sin saber de ello.

La puerta del baño se cerró y quedó viendo la madera vieja de esta, desvió la vista hacia la mesita de luz y su corazón volvió a agitarse, las lágrimas caían sobre la camisa del uniforme, se puso de pie acercando su mano hacia la caja que había visto, normal, pero lo que le llamó la atención fue lo que tenía dentro, cuchillas.

 ¿Por que nunca había notado aquello?

—Rose... —Se giró, sus ojos fueron directamente a su muñeca buscando las cicatrices, pero Emma ya las había tapado con vendas—. Se que preguntaras "¿Por qué?" —dijo Emma llevando sus brazos a su espalda ya que la mirada de Rose empezaba a molestarle.

—Si Emma ¿Por qué? —Rose intentó ser firme, pero su voz salió débil— ¿Por qué Emma? ¿Por qué? —Repitió, antes de esperar una respuesta se acerco a su amiga y le brindó un cálido abrazo, que tardó en ser correspondido, pero al final sintió las manos de Emma acariciar su espalda.

—Es difícil de explicar —susurro luego de alejarse de ella.

—Soy tu amiga desde los ocho años Emma —dijo Rose dolida—. Puedes contarme lo que sea. 

—¿Alguien más lo sabe? —Rose se acerco y tomo su brazo vendado, subió la manga de su camisa y observó las demás cicatrices—. Por Dios... —Volvió a quebrarse entrando en llanto nuevamente— ¡¿Por qué?! —exclamó acariciando una de sus heridas que estaba en proceso de cicatrización—. ¿Por qué te dañas así?

—Ally, ella lo sabe —Rose se sentía de lo peor, una chica que recién conocía, lo sabía y ella que era su amiga desde hacía ya nueve años, no tenía idea de aquello —Hay muchas razones Rose, muchas —dijo Emma seria, dejando que su manga volviera a su lugar y alejándose de Rose.

—No quiero que se lo digas nadie —Nunca había visto esa expresión en el rostro de Emma, vacío, sin ningún tipo de emoción.

—¿Y Taemin? ¡Te recuerdo que es tu novio! —gritó enojada—. Jonghyun es como tu hermano, yo soy tu mejor amiga y también como una hermana para ti ¿Desde cuando Emma?

—Desde hace cuatro años —Ahogó un sollozo mientras fruncía sus párpados, aguantando las lágrimas que hacían presión intentado escaparse.

—¿Qué? —Tanto tiempo y ella ni enterada, ¿Qué era lo que le pasaba Emma?—. Nunca me di cuenta... —Volvió a abrazarla, no podía creerlo, eso no podía estar pasando.

—Tus brazos...tu piel... ¿Porque? —Volvió a preguntar aquello que no tenía respuesta.

—Tranquila Rose...solo es ese brazo —dijo mientras tragaba saliva, esperando que Rose le creyera.

Rose la abrazó aún más, llorando en su hombro, obvio que no creería aquello, quién sabe cuántas cicatrices tendría Emma y en qué partes de su cuerpo.

—Tenemos que ir al instituto —dijo Emma separándose de ella y esbozando una sonrisa, ¿Cómo sonreía así? ¿Acaso siempre que sonreía, no era de verdad? A Rose se le formó un nudo en el estómago, sentía que estaba a punto de caer, solo se limitó a asentir y levantar la mochila que antes de ver aquello había dejado en el suelo.

Dio un último vistazo a las cuchillas dentro de la caja, su corazón se aceleró de nuevo.

—Son mis otras amigas... —dijo Emma mirando la caja también, Rose quiso llorar, no le gustaba nada lo que hacía ni lo que decía—. No le digas a nadie, por favor Rose te lo suplico. 

—Vamos —susurró, tenía una mezcla de odio con ella misma, se odiaba por no haber sabido aquello desde antes, cuatro años en los que Emma se hacía daño por quien sabe que y ella solo pensando en como conquistar a Jonghyun.

Jonghyun...

Tenía que contarle, por lo menos a el, Emma necesitaba ayuda, pero ni siquiera sabía porque lo hacía, no sabía nada.

Emma guardó esa caja dentro del armario y luego se dirigió hacia la puerta, antes de salir Rose dirigió la mirada hacia el baño, la luz estaba apagada pero podía ver como el lavabo tenía algunas manchas de sangre.

Tenía una batalla consigo misma, ¿Y si a Emma le pasaba algo? Tenía que ayudarla, pero no sabía como, nunca había estado en una situación así, tampoco le habían hablado de ese tema, era ajena a ese mundo.

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Sonríe para mi// Taemin SHINeeWhere stories live. Discover now