Me quedé hasta tarde arreglando todo las fotos y todo el papeleo que había tenido hoy.
Sólo es primer día y ya he tenido más trabajo que en toda mi vida.
Lo que pasó por la mañana con Marc no me dejaba concentrarme. Todavía seguía impactada por la lascivia con la que hacía que le tocase.
Eran ya como las nueve de la noche y me centré para acabar el trabajo e irme a casa. Mientras estaba revisando las ediciones oí la puerta.
-Hola de nuevo.
-Fuera. Estoy trabajando.
-Uuuh, ¿Tanto te asustó lo que me hiciste?
-Lo que hiciste que te hiciera. Yo no quería.
-Por eso te dejaste, claro.
Me giré mirándole furiosa.
-¿Qué es lo que quieres? Si quieres una paja o un polvo fácil vete a un burdel o algo, conmigo no cuentes.
Hizo oídos sordos a lo que dije. Se acercó a mi después de cerrar la puerta con seguro. Se puso a centímetros de mi.
-¿De verdad no quieres saber lo que se siente?-Me dijo al oído.
Me quedé callada.
-Sí, pero no contigo.
-¿Con el adecuado no? Tal vez yo sea ese adecuado...seré cariñoso, lo prometo.
-Estás babeando porque para los tíos una chica virgen es como un trofeo, es repulsivo.
-La virginidad es una ilusión creada por la sociedad patriarcal en la que vivimos.
Me quedé callada. Tenía mucha razón.
Puso sus manos en mis caderas y luego me pegó a él.
-Se siente taaaaan bien-Sonrió-¿No quieres probar?
Me aparté un poco de él. Él se volvió a acercar y me besó sin muchos rodeos. Sus labios eran perfectos.
-Mmmmm, sabes muy bien, no me quiero imaginar de la otra manera.
Giré la cara para no mirarlo. Él me cogió y me sentó en la mesa, abrió mis piernas y se pegó a mi, noté al instante su dureza.
-Me llamo Marc, tengo 24 años, soy alemán y me encanta jugar al fútbol. Soy de Mönchengladbach, me gusta los videojuegos, la playa...te digo todo esto por si te da cosa al no conocerme.
-Sigue intentándolo.
-Cuéntame tú algo...
Subió sus manos por mi torso y las posó en mis pechos, yo las aparté con brusquedad.
-Carla, 21 años. Soy medio inglesa medio española. Nací en Londres pero vivo aquí en Barcelona desde hace años. Me gusta hacer fotos y...ya supongo.
-Y estás rebuena.
No dije nada. Miré al suelo. Él me levantó la cara y me volvió a besar.
-Te va a gustar.
Lo miré.
Me cogió y me echó en el suelo. Yo al final me dejé y sentí como me desnudaba poco a poco. Al quedarme sin nada en el cuerpo me cubrí un poco con mis brazos. Él quitó mis brazos y besó uno de mis pechos, yo gemí.
-Eres como eres y es una bendición verte así. No te avergüences.
Él se quitó toda la ropa y pude ver su cuerpo de adonis entre mis piernas.
Me besó y sentí como su lengua invadía la mía. Luego bajó por mi cuerpo dando besos, yo me retorcía mientras él jugueteaba con mis pezones. Después siguió dando cálidos besos y llegó a la parte interna de mis muslos, besó con cuidado y me miró.
Estaba muy excitada.
Se humedeció los dedos y rozó mi intimidad con ellos. Yo gemí en respuesta. Luego hundió su cara entre mis piernas y pude sentir su tibia lengua por toda mi vagina.
-Oh...oooooh.
-Shhh.
Lamía, chupaba y besaba por toda mi zona mientras yo gemía. Cuando estaba al borde del orgasmo paró y se incorporó mirándome. Yo tenía las mejillas rojas.
-Ven.
Me incorporé y el me agarró de la mano. Se sentó en el suelo apoyando la espalda en la pared. Miró su miembro y luego me miró a mi. Me senté sobre sus piernas como él me ordenó. Hizo que agarrase su miembro y lo agitase.
-Muy bien, así...-Gimió
Luego pasamos a la siguiente fase. Él se acostó, yo me puse a la altura de sus caderas. Me ofreció su miembro y yo me puse algo nerviosa.
-Adelante cariño, sin miedo.
Lo agarré y besé la punta despacio. Luego directamente me lo metí en la boca.
-Oh...joder.
Lo hacía como él me indicaba. Le estimulaba con las manos o con mi boca. Él gemía como un loco.
Después de todos esos preliminares llegó el momento crucial. Me enseñó como se ponía el condón. Luego me acostó y abrió mis piernas. Se relamió los labios seguramente al pensar que él iba a ser el primero en estar dentro. Yo respiré hondo y él subió la mano por mi torso.
-Tranquila, seré cuidadoso.
Se posicionó y entró lentamente. Yo di un quejido y eché la cara hacia un lado.
-Shhh...cariño, ya está-Dijo con la respiración entre cortada.
Me besó por el cuello y se deslizó más adentro con fuerza. Sentí un dolor extraño pero a la vez placentero.
-Me duele...
-Lo sé cielo, tranquila.
Salió de mi y limpió los restos de mi virginidad desgarrada. Luego volvió a posicionarse y entró, dio una embestida. Yo gemí.
-¿Sigo?
Asentí.
Siguió embistiéndome despacio. Me acariciaba todo el cuerpo y yo tímidamente el suyo también. Gemíamos el compás mientras él me besaba por todo el cuerpo.
Al final terminamos llegando al orgasmo a la vez. El gimió con fuerza y yo también. Luego salió de mi y me besó.
-Lo has hecho muy bien-Sonrió arrogante.
Se levantó y no tardó mucho en vestirse. Me ayudó a levantarme y después con un simple ''adiós'' se marchó. Me dejó a mi ahí con un poco de dolor y sola, como solía estar siempre.
Con algo de dolor seguí trabajando sin aún creerme que esa había sido mi primera vez.
Volví a mi solitario piso y dejé las cosas desganada.
Me senté en la cama y me eché las manos a la cara.
El se ha llevado su trofeo y yo me he quedado aquí como una idiota.
