Viajamos a Inglaterra para jugar contra el Arsenal. El equipaje, el revuelo en el aeropuerto y demás se pasó para luego instalarnos en el hotel.
Llegamos al hotel justo después de la hora de comer. Yo me eché a dormir la siesta mientras oía a los chicos ir y venir por los pasillos. Caí dormida pero ese sueño se vio interrumpido por los besos que sentí subiendo por mi pierna, mi nalga derecha y seguidamente por mi espalda.
-Mmmmm.
-Te ves tan apetecible así...-Dijo Marc con su voz grave.
-¿Así cómo?-Dije adormecida.
-Nada salvo en un tanga en este precioso trasero-Se rio.
-Déjame dormir...y vete, Sergi no nos puede ver juntos.
Sentí como se metió en la cama y deslizó sus manos por mi cintura.
-Un poquito...-Dijo pegándose a mi.
-Tengo que irme ahora.
-¿A dónde?
-Cosas mías.
-¿Puedo ir contigo?
Deslizaba sus manos por mis caderas para quitarme la única prenda que llevaba.
-No sé Marc...
Bajó mi ropa interior y me besó el cuello.
-Marc, no tengo ganas.
-Pero yo sí.
Me aparté de él, él volvió a atraerme hacia él y siguió besándome y manoseándome. Empezamos a forcejar, no pude apartarlo y acabó haciendo lo que quiso. Él me embestía y yo miraba a otro lado.
Terminó corriéndose mientras yo estaba indiferente.
Me aparté con brusquedad mientras él se reía. Me me metí al baño a arreglarme y al salir le vi ahi. Tenía mi móvil entre sus manos.
-Dámelo.
-No-Sonrió.
Me abalancé sobre él y se lo quité de mala gana, luego le di un palmetazo en el pecho.
-Fuera de mi habitación.
-Oblígame.
Me levanté y fui al baño, cuando salí llevaba el bote de champú en la mano, apreté y le eché un buen chorretón encima.
-¡¿ERES TONTA?!
-Fuera.
Se levantó enfadado, yo me reía.
Se vistió con rápidez y salió dando un portazo. Yo sin darle importancia me dirigí a casa de mi padre a las afueras de Londres, después de lo que pasó con Peter quería saber cuál era el misterio de mi padre. Toqué, me recibió la asistenta sorprendida.
-Carla...qué sorpresa.
-¿Dónde está mi padre?
-En...su habitación.
-¿Por qué? ¿Qué le pasa? ¿No tiene que ir a trabajar?
-Sufrió...un infarto hace unas semanas.
Corrí arriba y fui a su habitación, dentro estaban Amy y mi madrastra, se quedaron mirándome muy sorprendidas.
-Carla...-Dijeron las dos sorprendidas.
-Carla, cariño...-Dijo mi padre con su voz débil.
Me acerqué rápido y me arrodillé a su lado.
