=A distancia=

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-¡Muevan esa piernas bastardos inútiles!- gritoneaba el sargento, supervisándolos como un halcón al asecho. -¡Siwon, guía a estos imbéciles!

-¡Si señor!- respondió el moreno acelerando la velocidad para colocarse el frente de todos.

Era un nuevo día, y el primero en el que amanecía el agua congelado y escarcha en los cristales de las ventanas. Hacia un frío tremendo, los músculos entumecidos fue con lo se despertaron la mayoría, excepto Siwon claro, el gorila todo-lo-puedo que fastidiaba a Donghae.

Estaban esforzándose por continuar, después de todo el ejercicio ayudaría a que ninguna terminara como una escultura de hielo. Sus botas militares mantenían protegidos sus pies, pero sus manos eran otro asunto diferente.

-¿Estas bien?

-Lo estoy, ¿Por qué preguntas?

-Tu nariz- señaló HyukJae. –Esta roja.

-La tuya igual- bufó el peli-naranja.

-Sí, pero te ves enfermo.

-Sinusitis, seguro es eso.

-¿Sufres sinusitis?

-Desde niño amigo.

Siwon los miró de reojo y rugió: -¡Menos charla caballeros. Esto es enserio!

Donghae vio con diversión como Eunhyuk rodaba los ojos, y se acercaba más sin dejar de trotar para susurrarle: -Es tan fastidioso.

-Sí, un gorila gruñón.

En ese momento Siwon volvió a acelerar, dejándolos al resto muchos metros atrás, a lo que HyukJae rió sin poder evitarlo.

-No, no, no ¿sabes qué? Ese es un caballo salvaje, maldito presuntuoso.

Los chicos que estaban cerca lograron escucharlo por lo que al final aquello empeoro, una vez todos empezaron a desternillar de risa.

-¿¡Pero que mierda es tan divertido!?- el sargento era una persona mucho mayor que ellos, mucho mayor que Leeteuk incluso, y eso le hacía la clase de militar que no tiene paciencia para nada. -¡Ahora darán 10 vueltas más, y luego de eso quiero verlos dando el doble en el resto de actividades!

_*_

La cena se sirvió a las siete en punto, y de nuevo era avena. Donghae bufó porque al menos deberían condimentarla, ponerle algo, ¡Lo que fuera! De lo contrario cada bocado le sabia insípido, aquella mezcla se pegaba a su paladar causándole nauseas. No, definitivamente era asqueroso de un modo u otro.

-Dicen que la avena tiene propiedades nutritivas.

Donghae se giró a mirar a su derecha donde acababa de sentarse Eunhyuk, elevó una ceja incrédulo. ¿Es que acaso insinuaba que estaba bien comerlo?

-¿¡Que!? Es lo que mi madre decía para que desayunáramos.

-Mi padre jamás me obligo a comer algo que no me gustara.

-Asi que eres un malcriado- dijo Kangin de pronto, acomodándose enfrente de ellos.

Donghae resoplo. –No es eso. Simplemente era un chico muy sano, asi que no había necesidad de exigirme.

-Lo que digas princesa.

El peli-naranja apretó los dientes, estaba harto de ese apelativo que usaba para dirigirse a él.

-¿Qué hay de ti Kangin, te gusta esto?- preguntó HyukJae, alzando su cuchara haciendo un gesto de repugnancia.

-Mientras sea comida y llene mi estómago estoy satisfecho. Contrario a OTROS- puntualizó -Mis padres sí que me obligaban a comer cualquier tipo de cosa por la falta de dinero.

Mi Trébol de Cuatro Hojas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora