=Juntos a partir de ahora=

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-¡Ahora todos ustedes correrán en...!

-No harán eso.

Tanto el sargento como los reclutas se enfocaron en el General Cho, quien de pronto estaba delante de ellos con las manos detrás en la espalda, y su mirada firme.

-¿Ge-general?

-A partir de ahora me hare cargo, puede descansar.

Dudoso el sargento dio un par de pasos atrás reuniéndose con HeeChul y Leeteuk. Por otra parte Kyuhyun carraspeo y con voz poderosa aclaro: -Ahora trabajaran individualmente, y sobre todo cada uno de ustedes está luchando por llegar al final de las siguiente pruebas básicas. Lo que logren será por SU cuenta y por SU esfuerzo.

-¡Si General!

-Diríjanse a las cuerdas ¡Ya!

Los soldados llevaron su mano recta hasta la frente. Dieron media vuelta sumergidos en un silencio profundo, donde solo sus pasos resonaban en el suelo a cada marcha. Donghae busco cauteloso la mirada de HyukJae, y cuando la encontró a su costado, el rubio le sonrió cálidamente ayudándole a respirar con normalidad.

Aquello eran cuerdas atadas de extremo a extremo de un poste a otro, con una caída de 20 metros. La prueba del paso de comando. Hasta ahora seguía representando una tortura para él, que temía las alturas y más al verse expuesto de esa manera peligrosa a ellas; aun asi, y con la ayuda de Eunhyuk, había logrado terminar el recorrido antes.

Choi Siwon estaba delante de ellos, sin pizca de nerviosismo, sin muestra de nada de hecho. El hombre solo esperaba a que el anterior terminara el descenso, y al ser al fin su turno todo fue bastante rápido... demasiado, tanto que HyukJae habría querido que el tiempo se detuviera al ser él el siguiente.

-Puedes hacerlo- le susurró al oído Donghae, sacándolo de su ansiedad.

-Claro que puedo. La pregunta es, ¿podrás alcanzarme?- dicho aquello, y con mayor seguridad, el mayor se sostuvo de la cuerda.

No iba a negarlo, al verlo hacerlo todo su cuerpo tembló, mordía sus labios y se sobresaltaba cada que Jae se detenía o la cuerda se agitaba, temía que en algún momento fuera a resbalar y todo acabara... pero eso nunca paso.

-¡Su turno!- gritó Cho Kyuhyun desde el otro lado.

Donghae estaba paralizado, respiro profundo un par de veces y le lanzo una mirada al fondo. Definitivamente no quería caer ahí.

-¡Rápido!

Estando bajo presión el peli-naranja se vio obligado a acelerarse. Tomo con su mano sudorosa la cuerda y de un salto intento acomodarse sobre ella, al hacerlo esta se balanceó y quiso bajar  antes de perder el equilibrio.

>>Vamos, eres un hombre<< le decía su cabeza, incitándolo a continuar. >>ÈL esta esperándote. Muestra que no eres un cobarde<<

Cauto fue descendiendo, el camino iba en picada por lo que tenía que detenerse con fuerza de las manos e impulsándose con el empeine del pie uno a uno. No por nada le llamaban el paso de comando, era como caminar, quizás como gatear. Donghae respiraba erráticamente, sus ojos fijos en sus acciones sin distraerse con nada, pensando en que un solo error podía llevarlo al precipicio.

El viento estaba meneándolo; sus estremecidas amenazaban con fallarle en cualquier momento y el sudor frio escurría de su frente, su garganta seca incapaz de formular cualquier sonido.

Su nerviosismo le llevo a perder la concentración, y equivoco la mano atorándose en el movimiento.

Leeteuk estaba por decir algo cuando HeeChul le detuvo, poniendo su mano en su pecho y mirándolo con seriedad al tiempo que negaba con la cabeza. El mayor soltó un suspiro tembloroso, volviendo su atención en el joven cada vez más atemorizado.

Mi Trébol de Cuatro Hojas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora