Primer día

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Jamás le ha gustado ese tipo de silencio, ese que solo sirve para pensar profundamente en el dolor que deja la muerte. Nunca le ha agradado estar en una habitación tan gris que gobierna la melancolía. Ver las veladoras encendidas alado de tantas fotografías lo deprimen, acaban con su ilusión de un mundo que realmente no existe ni existirá, terminan de marchitar sus esperanzas puestas en la vida...

"Héroes que lucharon hasta el final" dice Cho Kyuhyun, "Hombres que han dado todo por su Nación, por sus hijos, por sus familias"

Pero él solo puede pensar: ¿Cuántas vidas se necesitan sacrificar para conseguir la paz? Porque el número es exuberante, porque la cantidad simplemente le estremece. Mira las fotografías de personas que jamás conoció ni conocerá, imagina el sufrimiento, imagina todo lo que dejaron atrás, y realmente no sabe si admira a esas personas o siente pena por ellas.

"Permanecerán en nuestra memoria, agradeceremos siempre su esfuerzo, su valor y honraremos su lealtad"

Sus rodillas tocaron el suelo, luego sus manos, y mientras permanecía inclinado recordaba lo mal que empezó esa mañana...

Un sobre llego al General Cho por manos del Almirante de Las Fuerzas Navales de Corea. El mensaje dentro de él era bastante preciso: "Madrugada del 12 de marzo. Dos buques de guerra fueron tomados por sorpresa en el mar del Oeste en Gimpo. 534 muertos. Un solo sobreviviente." Seguida de instrucciones para la dispersión naval.

El Sargento los citó a todos para la ceremonia en nombre de aquellos hombres, donde estaban justo ahora escuchando el discurso del superior de caballería.

Eunhyuk se levantó lentamente unos minutos después de que el resto lo hizo, volvió la mirada al frente con un nudo atascado en la garganta y sabía que sus ojos lucirían cristalinos, al menos mostrarían parte de su nostalgia y decepción por el mundo del que una vez vio esperanzas.

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Cargaban la furgoneta con lo que sería necesario en un caso de emergencia, desde municiones hasta mantas, linternas y cuerdas. Trataban de prepararse para cualquier cosa a la pudieran enfrentarse en algún ataque o bien un desastre.

-Ten, sube esto también- YunHo le lanzo una valija que Donghae alcanzo en el vuelo mirándolo desconcertado, a lo que el enfermero explicó con una sonrisa carente de alegría: -Contiene varios medicamentos, gasas, alcohol... lo necesitaran en caso de accidentes.

-¿No vienes? Pensé escuchar que alguien nos acompañaría...

-Irán a encontrarse con el auxiliar que los apoyara en el hospital- le corto rápidamente su amigo. –Conozco al hombre, es agradable y tiene experiencia. Seguro él también estará preparado, pero me gustaría que ustedes cargaran con algo para dar primeros auxilios en caso de encontrarse solos.

Donghae miro la valija y luego de regreso a él.

-Gracias.

Eunhyuk iba regresando del almacén con la última carga cuando al llegar se topó de frente con la imagen del molesto enfermero abrazado con fuerza al peli-naranja.

-Cuídate- le susurró al oído, deseando no tener que soltarlo. –Vuelve a casa, Hae. Regresa a salvo.

El aludido no respondió, permaneció quieto cerrando los ojos con fuerza luchando contra las lágrimas. No podía prometerle nada, mucho menos algo como eso que le sabía imposible.

Eunhyuk aclaró su garganta provocando que ambos repararan en él, sin embargo se separaron paulatinamente.

-Ya es hora de irnos Donghae.

Mi Trébol de Cuatro Hojas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora