Acto 13

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RANMA NO ME PERTENECE, SOLO HAGO ESTO POR DIVERSIÓN

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Cuando las palabras sobran

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Acto 13

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Akane acabó de envolver la vianda que llevaría al trabajo de su esposo. Suponía que el tiempo libre que tenía ahora, por lo menos podía aprovecharlo en cocinar, o al menos intentar hacerlo correctamente. Y estaba en particular nerviosa, porque sería la primera vez que iría al trabajo de Ranma. Él no era muy proclive que ella fuera hasta allá. Pero este día en particular, Akane se decidió a darle la sorpresa que de que habia preparado un omelette de huevos con especias con un arroz en su punto.

Hace menos de 15 días que habían terminado el colegio, y Ranma no habia tenido más remedio que pedir el trabajo a tiempo completo. No le gustaba porque no era lo suyo, pero no tenía más salida.

El dojo Tendo estaba permanentemente clausurado en estos momentos. Si bien Ranma habia pagado por su reparación, al final estos no fueron suficientes y el maestro albañil que habia venido habia determinado que las paredes y las bases tenían profundas roturas que demandaban una reconstrucción completa que por ahora nadie podía pagar.

El costo de la misma era el mismo que tenía una nueva casa. Algo imposible de sufragar para el único aportante de la casa: Ranma Saotome, que ahora trabajaba todo el día en el gimnasio aquel.

En cuanto a Akane, ella habia querido regresar a trabajar en aquel hotel, donde justo habia ocurrido lo del malentendido con Shinnosuke, pero Ranma no quiso oír hablar del asunto y se lo prohibió terminantemente. Si bien habían peleado feo por este asunto, Ranma no dio su brazo a torcer, y es más, porque terminó jugando su última carta para evitar que Akane fuera a repartir volantes.

―Eres una mujer casada. ¿Cómo crees que se vería que andes vestida con esos diminutos trajes repartiendo volantitos a cualquiera que se te aparezca.

―! Eres un grandísimo bobo!

Akane le habia dado una cachetada, pero al final habían acabado reconciliados, pero de todas formas, no cambió la opinión de Ranma de que ese trabajo no era el correcto para una mujer como ella.

Igual el eterno problema del dinero estaba ahí.

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Akane se alistó y cogió la vianda envuelta y tomó camino rumbo al trabajo de su esposo. Solo recordaba haber ido un par de veces, pero solo habia esperado afuera, esta vez sería diferente. Igualmente ese egoísta de Ranma no debía de porque tomarlo mal, ya que ella solo estaba ayudándolo llevándole este almuerzo, lo que implicaría que no gastase dinero en porquerías sin nutrientes por ahí. Además por el horario, Akane también llevaba una porción extra, para acompañarlo en su almuerzo. Le daba muchísima pena. Seguro habría mucha gente mirándolos. Pero suponía que era algo que debía ir perdiendo. Además que hace tiempo que quería ir a ver el lugar de trabajo de Ranma ya que pasaba tantas horas en ese sitio.

Cuando las palabras sobranWhere stories live. Discover now