Acto Final

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RANMA NO ME PERTENECE, SOLO HAGO ESTO DE DIVERSION, PERO LA TRAMA SI ES MIA

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CUANDO LAS PALABRAS SOBRAN

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CAPITULO 18- FINAL

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Akane no durmió lo que quedaba de esa madrugada. Había visto a Ranma, casi no pudieron cruzar palabra, pero de alguna forma, él había venido a mostrarse a ella ¡qué bien que la conocía!, él había supuesto que ella quedaría destrozada de no verlo y se había ingeniado.

Obviamente el muy tonto no había cambiado nada. Seguía siendo imprudente y torpe como para dejarse atrapar por la policía. Akane sonrió, sonrojándose, porque en aquel corto encuentro con Ranma, lo había encontrado extremadamente guapo, a pesar de los jirones de ropa y de no estar completamente limpio. Siempre había sido atractivo, eso no podía negarlo, pero el aire de adulto que iba adquiriendo le daba un estigma de madurez, muy varonil e interesante.

Es que era algo que ella no podía negarse más. Estaba enamorada de Ranma. Lo sabía desde antes; ese hombre era su marido y también, pese a todas las locuras que lo rodeaban, él que la hacía feliz.

¡Lo había extrañado mucho!, y el corto encuentro lo confirmó. También estaba expectante de ir a la estación de policía a la mañana a por Ranma, como le había dicho el policía, es por eso que no podía conciliar el sueño, por la expectación que eso le causaba.

Fue solo en ese momento, que se dio cuenta de un detalle. Habia descubierto que le habían sustraído el celular hace un rato. No era muy bonito ni algo muy sofisticado, pero había sido el teléfono que Ranma le había obsequiado. Eso le daba un valor muy especial por sobre cualquier otro objeto que le habían robado en el día de hoy. No había tenido tiempo de lamentarse lo suficiente por su perdida.

Se levantó para mirarse en el espejo del baño. Se veía realmente mal. Tal vez debería intentar dormirse para que Ranma no la viera tan demacrada y ojerosa. Aunque si lo pensaba bien, ya lo había hecho. Igualmente, no quería lucir fea para él. Así que procuró arrojarse a dormir un poco.

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¡La había visto en persona luego de tanto tiempo!

Ranma estaba en efecto, dentro de la celda temporal donde la policía lo había metido. Pero en absoluto le resultaba incomodo, mas luego de haber podido ir junto a Akane. Verla en persona, había sido lo más satisfactorio que le había ocurrido en mucho tiempo, porque llevaba tiempo anhelándola. Muchos podrían pensar que él estaba viviendo su sueño, ganando dinero con su talento y respetado por ello, pero nada de eso se comparaba con el calor de verdadero hogar que percibió en Akane. Casi ni habían hablado, solo lo típico, con algún regaño. Si la notó muy cansada, quizá por todo el trajín que había pasado en el aeropuerto, pero seguía luciendo tan bonita como la recordaba.

Se sonrojó al pensar en esto, pero como hubiera querido poder abrazarla. O hasta darle un beso, aunque esto luego le valiese un coscorrón por su indecencia. Pero vaya que hubiera valido la maldita pena.

Se durmió pensando en eso. En pocas horas, tendría a Akane solo para él. Como debería de ser. Como debió haber sido todo este tiempo.

Entrecerró sus ojos, para dormirse unos minutos, antes que lo despertara el puntual ruido del oficial que traía el desayuno a la celda.

Cuando las palabras sobranWhere stories live. Discover now