☪- Capítulo 5.

1.1K 140 14
                                    

CAPÍTULO CINCO

Llegamos hacia un bosque bastante alejado de la ciudad. A este paso yo ya estaba gritando por el dolor que recorría todos y cada uno de mis huesos.

— ¡Cálmate cariño, ya estamos! —gritó mi madre a la vez que todos me ayudaban a bajar. Nos internamos en el bosque y yo caí al suelo a cuatro patas.

—Tranquila, la primera transformación siempre duele —susurró mi padre agachándose y apartando un mechón de cabello que estaba pegado a mi frente ya que, de tanto que era el dolor, estaba sudando.

Arqueé la espalda al notar como todos los huesos se movían y crujían, soltando un chillido de dolor. Mi nariz fue ampliándose y mis manos estaban convirtiéndose en garras a medida que un montón de pelo se iba acomodando por todo mi cuerpo. Mis ojos ardían y mis orejas estaban estirándose.

Hasta que dejó de doler. Fui a hablar pero en vez de ello salió un aliento de sorpresa. Entonces fui consciente de que mi vista se había vuelto mucho más desarrollada, que oía hasta el latido del corazón de mi padre y que podía oler todo mucho mejor. Me moví feliz dando saltos y miré a mi familia. Mi madre estaba con una mano en la boca llorando, mi padre sonreía y mi hermano... adornaba.

—Que bonita es —lloriqueó mi madre. Me acerqué a ella y rocé mi hocico contra su pierna.

—Preciosa —dijo mi padre acariciando mi lomo.

Me volteé con rapidez al escuchar un ruido entre los árboles. Me separé de mi familia y me acerqué lentamente...

Hasta que el maldito de mi hermano me saltó encima y empezamos a rodar por el suelo. Gruñí mientras mis padres reían y me puse en pie, mordiéndole una pata a Noah con enfado.

—No cambian ni así —rió mi padre.

— ¿Qué esperabas? —preguntó mi madre con gracia.

Mi hermano me miró y con un movimiento de cabeza comenzó a correr, indicándome que le siguiera. Y pasé mi tarde observando el mundo desde otra perspectiva. Anocheció y me senté en la hierba de una especie de claro que habíamos encontrado, mirando la luna y aullando por inercia.

— ¡Ha sido genial! —dije feliz mientras me tapaba con la manta. Tras la transformación quedaba totalmente desnuda y por ello mis padres habían llevado mantas para todos— ¿De qué color soy? —pregunté recordando que aún no me había visto.

—Tienes el pelaje negro —informó mi madre—Como el de tu tía —comentó triste.

—No es momento de ponernos tristes, Clarissa. ¡Nuestra pequeña pegó el salto a mujer!

— ¿Eso no era cuando me vino el periodo? —pregunté confusa.

—Se supone, pero cuando tienes tu primera transformación todo tu cuerpo cambiará. Te crecerán los pechos y el trasero, se te acentuarán las curvas, crecerá tu cabello e incluso puede que tu rostro cambie algo para pasar a ser aún más hermosa —explicó mi madre.

—Vaya, al parecer a Noah no le pasó eso, sigue igual de feo —comenté de broma recibiendo un golpe en el hombro.

—No quieras saber lo que me creció —gruñó a la defensiva.

— ¿No deberíamos irnos ya? Lindsay y Noah estarán preocupados —comentó mi padre entonces.

—Claro, vamos —sonreí subiendo al coche. 

Llegamos a casa y entré rápidamente al baño. Mi madre me entregó el pijama de patos y ropa interior limpia y me duché, quitando todo el barro de mi piel y de mi cabello. Cuando por fin deduje que estaba limpia me vestí y salí del baño, dejando entrar a mi hermano. Sentía aún la adrenalina de mi primera transformación recorriéndome todo el cuerpo mientras bajaba al salón y ponía un maratón de Teen Wolf en la tele.

— ¡Papá, hazme más palomitas por fa! —pedí con una sonrisa.

— ¿Que no tienes pies?

—No seas como Noah, anda, por fa —rogué mirándole con cara de pena. Gruñó y tras cinco minutos me lanzó las palomitas. Abrí la bolsa y me dediqué lo que quedaba de día a comer y ver series.

Había tenido mi primera transformación y había sido genial. Mis padres habían tomado su tiempo en advertirme de que eso traía consigo algunos contras aunque yo no terminaba de creerlo.

¿Qué podría tener de malo eso?

Ni siquiera podía hacerme una idea en ese momento.

HAZEL. [W#2] DESCONTINUADADove le storie prendono vita. Scoprilo ora