Capítulo 6

83.8K 5.8K 1.3K
                                    

No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos.

Leina

Hoy era jueves 18 de noviembre lo que significaba que se cumplía un año de la muerte de Damon Black.

Que se cumplía un año desde que no sufría ningún tipo de abuso.

Era el aniversario de muerte de mi demonio personal.

(***)

-vamos Leina apúrate- dice mi madre mientras corre por las viejas calles de la ciudad -amor apresúrate -vuelve a gritar mientras corre más rápido apretando mi mano para no caerme.

Las gotas de la torrencial lluvia caen con fuerza sobre mi cuerpo llenándome con una gran satisfacción.

Mamá corre de la mano conmigo como si escapáramos de algo.

Pero de lo único que corremos es de unas simples gotas de agua.

Mientras corríamos mamá no se fijó donde piso y se dobló el pie cayendo en un montón de barro.

Ella estaba tirada en el piso sin moverse mientras yo moría de la risa.

Se sentó y su cara estaba cubierta de tierra y pasto.

Su carísimo vestido negro de marca favorito estaba cubierto de barro.

Yo me seguía riendo hasta que sentí como algo era lanzada a mi cara cubriéndola por completo.

Mi madre sonreía de manera traviesa para después volver a lanzarme otra volita de barro.

Y así comenzó nuestra guerra de bolas de barro.

Lo típico serían de nieve pero mi madre es un tanto especial.

Y pues ese día no estaba para nada nevando.

Ese fue mi.... último momento feliz.

Después de eso todo fue oscuridad y ni los momentos más locos de mi madre lograron volver a hacerme sonreír.

Ese fue mi primer día en la ciudad del demonio.

Antes de conocerlo.

Antes de que mi vida se convirtiera en un infierno.

(***)

-Sky no te muevas de aquí por favor- le dije intentando sonreír pero estaba muy asustada.

Era solo una niña pero no podía permitir que le hicieran algo a mi única hermana. Cerré con llave el pequeño cuarto donde guardaban las cosas para limpiar la escuela y que en este momento era ocupado por Sky.

Con un suspiro tembloroso camine por los largos pasillos del colegio.

-¡sal de donde estés pequeña zorra!-escucho como gritan cerca, me quedo quieta a mitad del pasillo y empiezo a respirar con dificultad hasta que veo como frente a mi aparece un chico más grande que yo como por dos años sonriendo con malicia -así que la zorra y escoria mayor se vino a hacer la valiente - dice y siento como su puño impacta con fuerza y mi mejilla tirándome al piso.

Sus ojos totalmente negros me miran con diversión mientras se acerca a mí como un depredador.

Supe que desde ese momento todo comenzaba.

Fue mi decisión.

Yo decidí eso.

Era yo o mi hermana.

Amarrada a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora