FRIENDS - CAMREN

CAPÍTULO 29

Un mes después...

LAUREN POV:

-Camz, ¿has visto el nuevo lente para la cámara que compré el fin de semana pasado?-pasé mi mano por mi cuello, me sentía estresada. Solo tenía diez minutos para llegar al trabajo y estar vestida lo más presentable posible.

-Este departamento es un completo desorden, ¿cuándo por fin te vas a dignar a ayudarme a arreglarlo?-tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido estando a mitad de las escaleras que conectaban con la segunda planta.

-¿Estás regañándome o me parece?-sonreí-¿esta sería como nuestra primera pelea de novias?

-¿Novias?-rió-A veces eres muy graciosa, ha pasado ya un mes y hemos tenido suficiente sexo como para que ya me lo hayas pedido, Jauregui-ahora tenía una mueca en el rostro de desilusión.

-Soy algo terrible para ese tipo de cosas, quiero que sea perfecto.

-Interesante se va a poner esto porque no pienso acostarme contigo-estaba ahora caminando y llegó hasta donde estaba, la tenía en frente y tenía su dedo índice a la altura de mi corazón-no, hasta que me lo pidas oficialmente.

-¿Podemos hablar de esto luego de que encontremos mi lente y desayunemos?

-Ni un beso vas a tener el día de hoy-se fue hacia una pila de libros y saca el lente de por debajo de ellos-¿Es este?

-Sí, gracias... - le di un rápido beso en la mejilla a lo que ella me dio un pequeño empujón-Eres mi heroína.

-Vamos a desayunar, sigo molesta-se fue con un puchero hasta la mesa y se sentó. Me acerqué con nuestro usual desayuno de jugo natural de naranja y en vez de panqueques opté por un par de emparedados de Nutella. Cuando me acerqué ella notó que había algo diferente en todo comenzando por mi enorme sonrisa.

-¿Hay algo que está pasando y no estoy viendo?-miró su plato-¿Emparedados?-quiso sonreír pero al instante deshizo la curva en sus labios que amenazaba con salir.

-Tal vez debas prestar atención a tu desayuno.

-Tienes razón, primero debo comer o mi mal humor incrementará.

-Pequeña gruñona-reí para luego darle un beso en la frente pero al instante me alejó.

-Nada de sexo, nada de muestras de afecto... ¿Si quiera te gusto?-sonreí.

-Come-dijo sin más y me coloqué frente a ella comiendo con tranquilidad. No podía evitar mirarla sabiendo lo distraída que es, seguro y ni se daba cuenta.

Estábamos en silencio revisando nuestros móviles, cuando terminé por fin mi desayuno y la observé a ella terminando su jugo de naranja. De repente, se quedó viendo el fondo del vaso.

-¿Siempre hubo un signo de interrogación en el vaso?-lo miraba extrañaba.

-Creo que no...

-¿Y cómo llegó ahí?-lo seguía observando y luego me miró, abrió los ojos-¡Es una pista!

-Adivinaste-sonreí.

-Hace años que no jugábamos a las pistas y yo amaba ese juego.

-Siempre ganabas y ya sabes que detesto perder.

-Igual no fue justo-reímos.

-¿Merezco al menos un beso por esto?

-Quizás-me guiñó y se puso de pie para recoger nuestros servicios y llevarlos al lavatorio. Luego de lavarlos y secarlos, se acercó lentamente rodeando sus brazo en mi cuello, yo aún seguía sentada en la silla así que alcancé a rodear mis brazos a la altura de sus muslos, recostando mi cabeza en su abdomen.