WiFi ; Jimin {BTS}

｢ 007 ｣

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Entre las páginas del libro de historia estoy tratando de redimir mi vergüenza, mis mofletes están encendidos en colores desde ayer. ¡Es que aún no me lo creo! Que sea su primo. Ahora vivo con el miedo de topármelo por la calle y me deje con la cara estampada contra la acera, ¿no vieron la amenaza que me dio? Cualquiera sentiría miedo después de eso.

Pero, tengo que ser hombre y dar la cara por mi error. Demostrar que las pelotas que traigo no son sólo porque la naturaleza me las dio, sino porque soy un hombre hecho y derecho. ¡Sí, eso!

—Park Jimin.

—¡Lo que sea, yo no lo hice!

Grité alzando mi cabeza del texto para hacerle frente al profesor. Tragué duro cuando el prominente bigote que surcaba por su labio superior se movió fatigosamente. Estaba disgustado, podía darme cuenta de eso en sus ojos coléricos que me observaban sin un ápice de piedad. ¿Qué se puede esperar de un profesor sin buen ánimo? Ay de mí. Mis ojos conectan con su amargada mirada y esta logra ponerme los pelos de punta, ahora mismo soy un chihuahua frente a un gran rottweiler rabioso.

—Le aconsejo, señor Park, que si va a estar durmiendo en mi clase es mejor que se retire.— negué rápidamente, corrigiendo mi postura en la silla. Volviendo mi vista al frente siento mi cuerpo sudar frío mientras el profesor repasa mi actitud por última vez.

—No volverá a ocurrir.— me disculpé antes de que él pueda seguir con su aburrida clase sobre la Segunda guerra mundial, entonces me devuelve un vistazo de muerte.

Ahora también debo cargar con la pena de esta situación, me he levantado con el pie izquierdo el día de hoy. Eso explicaría el que me haya caído de la cama en la mañana, así como también que el cuaderno de biología se me quedara en casa. Vamos muy bien, muy bien. Solo espero no perder un ojo durante el transcurso del día.

Detrás de mí puedo escuchar a la perfección esas risas reprimidas del castaño al que puedo catalogar como mejor amigo. TaeHyung, es más que claro que se ha estado riendo un buen rato con respecto a la reprimenda que me ha dado el profesor Choi. ¡Vamos, Jimin! Aguanta, que después podrás cobrar venganza.

(🍓)

TaeHyung se ha escapado, no tengo idea de a dónde pudo haber huido y es por eso que estoy de un lado a otro revisando hasta por debajo de las rocas para hacerle tragar esas risas burlonas. Arrugué el entrecejo fastidiado, mis mejillas se expanden aguardando el oxígeno durante un par de minutos, luego exhalo todo en un suspiro dejando fluir con ello mis frustraciones del día. ¡Dios mío! Estoy cansadísimo, el clima está algo caloroso haciendo lucir en mi sien unas gotas de sudor, ni hablar de mi temperatura corporal que ha aumentado considerablemente en la última hora y mi boca está a la espera de algo refrescante. Perfectamente podía asimilarme a un puerquito sudando en plena época de verano. Uff, necesito una botella de agua, algo frío para pasar el calor del cuerpo.

Espié los alrededores con meticulosidad por si no se me escapaba TaeHyung por ahí, pero nada. Los patios pequeños quedan descartados de la lista de lugares a los que Tae puede recurrir.

Doy un paso atrás para devolverme por donde vine, pero una sonrisa se cruza en mi camino. YeSeul engancha su brazo con el mío invitándome a acompañarla por el sendero verde de la escuela, no opuse resistencia en ningún momento tampoco iba a hacerlo e inconscientemente una pequeña sonrisa se trazó en mis labios sin motivo aparente.

—¿Qué tal tú día, Jiminnie?

Un tono inocente es lo primero que decide usar conmigo, al mismo tiempo en que me dedica una sonrisa juguetona mis recuerdos reviven el día anterior y mis pómulos comienzan a arder sin que yo les diera el permiso de hacerlo. ¡Estúpido cuerpo, estúpido sistema de reacción!