Capítulo 32

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Narra Peter

Al terminar mi trabajo en la base de resguardo después de pensarlo mucho, decidí que lo mejor era contarle a Lali lo que hizo Pablo. Las infidelidades nunca deberían ser pasadas por alto o ocultadas, Pablo cometió un error muy grave y deberá afrontar las consecuencias.

-¿Peter? -preguntó Euge desde su cama y observé toda la habitación buscando a Lali-. ¿Qué haces aquí?
-Tranquila, ya me iba. -respondí agarrando la manija de la puerta-. ¿Has visto a Lali? -le pregunte, ella negó. Estaba por irme cuando Euge me llamó-. Estoy con algo de prisa, Euge. -mentí, asomando sólo mi cabeza por la puerta-. Nos vemos más tarde.
-No podemos seguir así. -sentenció y se sentó en la cama con sus rodillas cubriendo su pecho-. Sólo quiero hablar, ¿sí? Sé que no debí decir aquello aunque es verdad, pero quiero que sigas siendo mi amigo, no quiero que nos distanciemos por mi gran bocota. -suspiró parpadeando varias veces intentando que sus párpados no revelarán que quería llorar-. Por favor, seamos amigos.
-¿Segura que eso es lo que quieres? -pregunté-. Euge, no es que no quiera ser tu amigo, es simplemente que no quiero que otra vez confundas las cosas.
-Sí, estoy muy segura. -contestó y me abrazó-. Gracias.

Sabía que Euge aún seguía enamorada de mí, pero no me perdonaría a mi mismo si le pasará algo por mi ausencia en su vida.

-Ahora me tengo que ir y en serio tú necesitas descansar. -dije muy seriamente, últimamente he notado que ella ha dormido muy bien y necesita tener todas sus fuerzas para evitar tener problemas-. Cada vez falta menos debes cuidarte mejor, ¿sí?

Me despedí de Euge y en cuanto abrí la puerta para irme estaban de pie Lali y Pablo besándose. Apreté los puños para no romperle la cara a Pablo de un golpe y enseguida supe lo que eso significaba. Por supuesto que estaba preocupado por Lali porque la verdad podría herirla, ¿cómo no podría estarlo? Todo esto es culpa de Pablo.

Él tiene todo a su alcance pero todo eso lo manda a la mierda por simples deseos carnales y eso es lo que nunca voy a entender de los humanos. Lo tienen todo, sin embargo, nunca les parece suficiente y siempre tienen la necesidad de buscar algo más y dañar a otros.

-Qué sorpresa. -dijo Pablo con un tono lleno de prepotencia-. ¿Qué haces aquí? Es muy tarde eso va contra las reglas.
-¿Y qué me vas sancionar? -repliqué enojado cruzandome de brazos-. No eres mi jefe.

Quería gritar y confesarle a Lali la verdad en este preciso momento, no quería esperar más, pero algo me decía que no debía porque no era el momento más adecuado y mucho menos la forma de decírselo.

-Era una broma, no iba en serio. -dijo y me dio pequeñas palmadas en mi hombro izquierdo-. Buenas noches, Lali. -le dio un beso en la mejilla y caminó hacia el ascensor-. ¡Buenas noches a ti también, Peter!

-¿Pasa algo entre los dos? -preguntó con curiosidad Lali-. ¿Aún siguen sin disculparse?
-¡Lali! ¡Por favor entra, me quiero dormir! -oímos que exclamó Euge detrás de la puerta-. ¡Apurate!
-Buenas noches. -ignoré su pregunta y caminé rápidamente hacia las escaleras para irme.

Narra Lali

Me quede un rato observando a un extraño Peter casi huyendo de mí hasta que desapareció por las escaleras. ¿Qué habrá pasado entre él y Pablo?

Volví a mi habitación y sinceramente detestó ésta sensación de frustración de no saber que hacer, odio estar entre dos opciones y no saber cuál escoger. Pablo me acaba de confirmar por segunda vez que me amaba y yo volví a quedarme helada ante esa confesión, y por eso he decido decírle que nos tomemos un tiempo estando separados para ver si así mi cabeza y corazón logran descansar un rato de todo este lío.

Mientras me cambiaba de ropa, Euge empezó a rogarme que le contará qué tal estuvo mi cita con Pablo.

-¿Tan mal te fue? ¿Por eso no me quieres contar nada? -cuestiono sentandose en mi cama justo a lado de mi pijama-. Yo te dije, él es un imbécil, ya deberías terminarle.
-Euge, es mi relación, no la tuya. -aseveré enojada-. Pero, antes que nada dejame contarte algo primero...
-Ya sé, ya sé...Dejame adivinar. -tocó su quijada pensativa-. ¿Te dijo te amo? -la miré sonrojada-. ¿Esa es la razón por la cual no le cortaste? ¡Dijiste que estabas confundida!
-¡Por eso le pedí que nos demos un tiempo separados! -grité con todas mis fuerzas para que se callará.

La reacción de Euge fue una mezcla entre confusión y alegría tanto que se puso a chillar frente a mí.

-¿Y por que no le cortaste de una vez? -me recriminó pasandome mi pijama para que me cambie de una vez-. No te entiendo, la verdad.
-Euge por favor es mi vida y respeto tu opinión, pero es mi decisión y no voy a dejar que alguien me diga que hacer.
-Después no me digas que no te advertí.
-Sí, sí, como sea. Cambiando de tema, ¿qué hacia Peter aquí?
-Hablamos como personas adultas y volvimos a ser amigos otra vez. -dijo con un tono de tristeza en su voz, Euge aún no estaba ni cerca de olvidarlo-. No puedo dejar de pensar en él y hoy me dejó muy en claro que no quería nada conmigo.
-Deberías aprender a querer a chicos que te den bola. -bromeé riendome-. Hay otros chicos aparte de él que se mueren por ti.
-Y tú deberías aprender a escoger chicos que sí valgan la pena. -refutó y ambas largamos una carcajada.

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Mil gracias por leer 😘😘

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