Capítul 58

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Narra Peter

AL Día Siguiente

Mire el relog sobre la cuna en donde se encontraba aún dormida Rufina; eran cerca de las 16: 00 de la tarde y ni siquiera había visto a Lali.

Quería ir a buscarla pero sabía que eso no era una buena idea, sin embargo necesitaba hablar con ella y saber que pensaba al respecto. 

Y sumándole a eso, estaba más que molesto con lo hicieron Carlos, Stefano, Pablo y los malditos médicos sin informarme antes.  

-¿Estás bien, Peter?-pregunto Euge observándome desde su cama de hospital.-Te noto muy alterado, ¿paso algo? ¿Sabes por qué Gaston no regreso ayer para cuidar de Rufina?-Estoy con muchas cosas en mi cabeza, Euge pero no son relevantes.-ella alzó las cejas insinuando que sí pasaba algo, y sí que pasaba pero no iba a descargar mi enojo con Euge, ella no tenía la culpa, ella solamente quería devolverme el favor que le hice apoyándola durante todo el embarazo.-Nada importante, enserio. Preocúpate por Gaston es muy raro que no este aquí cuando estoy alrededor tuyo.-Euge se rasco su cabeza pensando.-Tal vez, se quedo con Lali en su habitación a veces duerme con ella.-junte mis labios formando una fina línea con ellos, ¿celos? Sí lo eran en definitiva.-No me extrañaría que esa fuera la razón por cual no se apareció por aquí ayer, seguramente estar en el hospital le trajo malos recuerdos a Lali y Gaston esta con ella ahora mismo, consolándola. ¿Sabes lo qué le paso a su madre, no?-Sí.-asentí, no me quería ni imaginar a Gaston durmiendo en la misma cama que Lali.-¿Sabes cuándo te darán de alta?-cambie de tema.-Carlos, dijo que hoy así que mis padres vendrán a recogerme más tarde cuando termine de llenar todo el maldito papeleo para por fin irme de aquí con mi hija.                                                            
Una enfermera trayendo una silla de ruedas entró en la habitación, interrumpiéndonos.       

-Srt. Suarez sus padres están en el estacionamiento esperándola, y ya no hace falta que llene los papeles, el señor Esposito los completo por usted. Lo que significa que ya puede irse.-avisó la enfermera posicionando la silla de ruedas a un lado de la cama de Euge.-Traje esto, por las dudas, nunca se sabe. Si llega a necesitar algo más.....
-De hecho, podría llevar a mi hija con mis padres ¿por favor?-la interrumpió Euge sonriendo con amabilidad.

Rufina estaba profundamente dormida en su cuna, y agradecía el hecho de que no se había despertado ni una sola vez en todo el tiempo que llevo en esta habitación.

Porque no se me daba muy bien cuidar de niños. 

-Con gusto Srt. Suarez.-sonrió de la misma forma y tomo a la bebé con cuidado entre sus brazos.-Si necesita algo más, hay varias enfermeras más a su disposición solo necesita gritar y vendrá una enseguida, con permiso.-se retiro y me cruce de brazos.-Aún sigues muy débil, ¿siquiera para caminar cojeando?-cuestione.-Peter, da a luz a un ser sobrenatural y luego me dices lo que se siente, ¿sí? 

Carcajee y ella también. 

-Okey no diré nada más al respecto, ¿te ayudo con algo?-señalo la puerta del cuarto del baño.-Pasame los dos bolsos que estan ahí, por favor.  

Fui por sus cosas, después ayude a Euge a sentarse en la silla de ruedas para bajar al estacionamiento donde sus padres la estaban esperando.

-Gracias, por fin algo de sol.-dijo Euge extendiendo sus manos y aspirando aire puro.-Ya creía estar quedándome parapléjica por estar tanto tiempo pegada a esa maldita y condenada cama de hospital.-su madre la miro con las manos en su cintura.-Hija no seas tan exagerada.-le regaño la señora mayor, Euge alzó sus brazos hacía a mí pidiéndome que la metiera dentro del auto.-Es por tu bien que las tuvieron dos semanas en observación.

No Cruces Los LímitesWo Geschichten leben. Entdecke jetzt