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En estos momentos Mina podría decir que estaba feliz. Era el primer día en toda la semana que estaba tranquila con sus amigas, esperando a entrar al cine.

Los días anteriores las tres chicas, especialmente ella y Sana, habían sido atormentadas por las chicas del instituto.

Se podría decir que era una venganza por lo de la última vez pero esas chicas eran muy resentidas, demasiado. La mayor parte de sus recesos terminaban en el baño o comiendo detras del edificio.

Hoy por fin era sábado y tenían un poco de paz, o al menos sus dos amigas, ya que Mina no podía quitarse de la cabeza a una egocéntrica chica de ojos chocolates.

Especialmente esta semana tuvo una actitud muy irritante.

En los pasillos de la escuela siempre se burlaba de ella y en la biblioteca, a pesar de que habían pasado días, no se acercó a hablarle ni una sola vez y por demás, ahora estudiaba mirando hacia la ventana y dándole la espalda a Mina.

Ella se convencía a sí misma que el cambio de actitud de Nayeon era simplemente para ganar más popularidad. Debido a que era imposible que fuera por ella, y más porque no había hecho nada que enfadara a la morena.

También decidió ignorarla y disfrutó de la película con sus amigas. Suspiraron las tres al ver al protagonista, Tobías, hacer las escenas de acción.

Era el amor platónico de Sana. A Mina le parecía atractivo pero su amor literario era y siempre sería Percy Jackson.

Todo se fue al garete, al salir de la sala de cine.

--Chicas, quieren ir al baño?-- preguntó Momo, sorbiendo el refresco por la pajilla.

--No, y tú?-- dijo Mina, divertida al ver a su amiga rubia asentir frenéticamente--. Pues claro, si te tomaste los tres vasos.

--Las palomitas me dejaron sedienta-- dijo botando el pote en una papelera  después comenzó a balancearse sobre sus talones mientras les decía-- Ya vuelvo, voy a depositar.

Eso logró que Sana hiciera una mueca y riera seguidamente. La pelirroja sonrió al escuchar lo que dijo su amiga rubia.

Ella y sus comentarios eran peor que la propia Mina. Se podía decir que Sana era la más inocente del grupo, aún que a veces ella no se quedaba atrás.

--Oh, mierda-- murmuró Sana mientras sus mejillas se encendían, debía de ser grave ya que eran pocas veces que su amiga maldecía-- Son ellas-- le susurró a Mina acercándose, observaba hacia un punto frente ellas.

Mina intentó buscar a quien se refería y observó horrorizada que allí estaba el pequeño grupito del colegio. Obviamente reconoció a Nayeon primero (Claro que lo primero que pensó era que se veía hermosa y el corazón comenzó a latirle con fuerza, era muy tonta la niña)

Después logró ver a Mark (uno de los chicos que las fastidiaban en el colegio), a Jackson (otro) y obviamente Jihyo y Tzuyu.

Intentó parecer segura, para así no preocupar a su amiga, pero no pudo evitar sentir miedo. Sólo esperaba que ellos aún no las hubieran visto.

--Descuida, ardilla. Ellas...-- no pudo terminar de hablar ya que su amiga no la escuchaba.

Sus ojos estaban clavados e la taiwanesa, que en estos momentos reía por algo que había dicho Jihyo. Sana parecía realmente hipnotizada, mirándola, y Mina tuvo que sacudirla por el hombro para que volviera su atención a ella.

--Estás bien?-- alzó una ceja y Sana negó con la cabeza.

--No quiero que nos vean-- dijo en un tono bajito, su cabello rubio en una trencilla la hacían lucir muy inocente.

Rivales &gt;&gt; Minayeon (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora