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Cuando llegué a este edificio hace menos de un año, me pareció que todos los inquilinos eran muy amables y buenas personas.

La señora Jung, por ejemplo, una linda ancianita que vive con su hijo y sus dos adorados nietos, es un amor. Siempre que prepara galletas se encarga de guardarme unas cuántas y traérmelas en la noche cuando se desocupa, también me invita a comer de vez en cuando.

También está el matrimonio Choi, un par de enamorados veinteañeros, en la etapa de la luna de miel, quienes desesperadamente buscan formar una familia y se la pasan todas las noches haciendo bebés. Son muy amables y me dicen buenos días siempre que me ven por las mañanas.

Incluso la viuda Kim, una señora de unos 40 años, sin hijos y con muchos gatos, quien es como mi madre postiza. Siempre cuida de mí y se encarga de que tenga una taza de chocolate caliente y comida en los días lluviosos.

Pero también hay alguien, a quién he visto en contadas ocasiones a penas y de quien sólo conozco el nombre.

Min Yoongi.

Un chico rubio que ronda los 25 años, casi tan pálido como un fantasma y a quién nunca he visto sonreír. Ni una sola vez. De hecho, siempre que lo veo tiene una expresión en blanco.

Según la señora Kim, llegó dos años antes que yo al edificio y nadie ha logrado mantener una conversación más larga con el más allá que un básico "Buenos días".

Yo lo he visto muy pocas veces y no he hablado con él nunca, pero sé que llega a altas de la madrugada a su departamento. Lo sé porque es mi vecino. Aunque a veces parece que no vive nadie a lado de mí, puesto que fuera del ruido que hace al llegar, no logro escuchar nada más que compruebe que hay señales de vida en su hogar.

Es decir, mi vecina del otro lado, la señora Kim, que también vive sola, hace más ruido en un día que lo que él hace en una semana, podría jurarlo.

Todos dicen que se la vive malhumorado y a nadie le da ganas de hablarle.

A mí me da curiosidad.

Es quizás por la tristeza y soledad que refleja su sola silueta.

Pero sé que Min Yoongi acarrea algo que no le permite ser feliz.

Me encantaría verlo sonreír.

Bad Mood; Min YoongiOnde histórias criam vida. Descubra agora