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Un nuevo año. Un nuevo año lleno de oportunidades. Un nuevo año lleno de fracasos. Un nuevo año lleno de alegrías. Un nuevo año lleno de tristezas. Un nuevo año lleno de metas. Un nuevo año lleno de decepciones. Un nuevo año lleno de...

Tonterías.

Por lo menos la víspera del año nuevo había sido mejor que la de navidad. Me la había pasado con la señora Kim, que había sido muy amable de invitarme a cenar junto a ella, sus gatos y su pareja, para variar. Contrario a lo que había imaginado, fue una velada entretenida y su ¿novio? El señor Ming, también viudo y además, empresario, había resultado ser una compañía agradable y divertida. A media noche, había intentado a llamar a mis padres pero después de 5 intentos en los que habían mandado directamente al buzón, desistí. Regresé a mi departamento alrededor de las 3 de la madrugada y me quedé un buen rato parada frente a mi puerta, observando a la de Min Yoongi. Había estado pensando en él con frecuencia y eso estaba hartándome. ¿Qué motivos tenía yo para hacerlo? Ninguno, y sin embargo, no podía sacarlo de mi cabeza. Su triste expresión parecía grabada a fuego en mi mente. ¡Y ni siquiera había vuelto a verlo desde lo ocurrido en Navidad!

Suspiro pesadamente y me dedico a observar por el gran ventanal las ajetreadas calles de Seúl en plena hora pico. Las personas caminan, algunos con prisa, otros con total lentitud. Todos con diferentes expresiones dibujadas en sus rostros.

La estudiante con pasos apresurados para ir a su academia, el hombre de negocios con su maletín, la feliz pareja que va de la mano, aquella niña siendo arrastrada por su abuela. Me pregunto cuál será la historia detrás de cada uno de ellos.

Hundo un poco mi cara en mi bufanda y froto mis manos., enseguida oigo un carraspeo que me hace espabilar.

—Llevas ya un buen rato perdida en tu propio mundo, ¿ocurre algo? —pregunta la persona sentada frente a mí. Dirijo mi mirada a ella, Choi Kaeun, mi mejor amiga, sus ojos curiosos me devuelven la mirada con el ceño fruncido, bebiendo lentamente de su taza de café que ya no está tan humeante como cuando la había pedido.

¿Cuánto tiempo había estado atascada en mis pensamientos estúpidos? Niego levemente con la cabeza y trato de inventarme una excusa absurda, aunque ciertamente, no la hay. Sólo estaba pensando y ya.

—No es nada—aseguro y le dedico una sonrisa para que se olvide del tema. Kaeun rueda los ojos y acomoda su larga y castaña cabellera en su hombro. Creo que, de hecho, decide ignorarlo así que me hundo en mi asiento y observo mi taza de café que ahora está fría.

—Hoy tengo una cita. En la noche—anuncia ella, después de un rato en un agradable silencio.

Hemos sido amigas por varios años ya y creo que ha aprendido a detectar los momentos en los que me encuentro pensativa y lo único que necesito es tranquilidad. Kaeun y yo no somos parecidas en absoluto. Mientras que ella siempre está a la moda, yo prefiero la comodidad de unos simples jeans y camisetas simples. Ella sale de fiestas y yo prefiero quedarme en casa leyendo. Y por supuesto, ella tiene citas y yo... no estoy interesada en tenerlas, de todos modos.

Nos conocimos en el instituto, después de que el profesor de literatura nos uniera para un trabajo en parejas, y hemos sido amigas desde entonces. A pesar de ser tan diferentes, nos complementamos mutuamente. Yo la controlo cuando necesita algunos límites y ella me saca de mi zona de confort a veces.

—Es la tercera este mes—también está el hecho de que le va pésimo en cuestiones amorosas. No pregunten por qué, simplemente, cada chico con el que sale resulta ser un completo patán, o ella solita lo cataloga como "no apto para la grandiosa Choi Kaeun".

Bad Mood; Min YoongiWhere stories live. Discover now