Los amos del mal

Parte 2

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:D

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El cielo sobre Paris está completamente despejado, los rayos del sol bañaban por completo todo el lugar. Marinette miraba el exterior desde un gran ventanal a la vez que se tiraba sobre un diván, el día estaba por demás aburrido.

Tikki desde su pequeña jaula de oro miraba como Marinette se levantaba sin muchos ánimos del diván y caminaba hasta el escritorio donde un enorme baúl reposaba... al abrirlo la chica sonrió de oreja a oreja, el baúl estaba lleno de "joyas"

-¿No te parece hermoso Tikki?- le pregunto mientras se probaba un brazalete de oro, la kwami bajo la cabeza con pesar.- ¡TIKKI!

Tikki alzo rápidamente su mirada mientras se pegaba al otro extremo de su Prisión dorada, Marinette le miraba con la frente arrugada, demasiado molesta por no haberle contestado.

-L-lo siento Marinette, e-es que no me encuentro bien...

La azabache miro el brazalete en su muñeca, torció los labios ahora esa joya ya no parecía linda.

-Basura...-dijo quitándose el brazalete lanzándolo al otro extremo de la habitación.- y hablando de basuras...-entonces la oji azul dirigió su mirada a una de las esquinas de la habitación, Alya se encontraba parada en ese lugar, se puso muy nerviosa cuando ella le clavo la mirada.- ¿Has visto a Chloe?

-C-creo que si.- tartamudeo, aclaro su garganta rápidamente, no quería hacer enojar a la chica más poderosa de todo Paris.- quiero decir si... le has ordenado limpiar las escaleras de la alcaldía con un pincel.

-Mmmm ahora que lo dices, no sé si mejor le hubiese dicho que se cortara el cabello y lo usara para tallar los pisos, eso me convertiría en una mala imitación de la madrastra de la cenicienta, en fin, hoy no estoy demasiado creativa para fastidiarle la vida... ¿Qué no has escuchado?

-¿Qué?

-¡MALDITA SEA ALYA!- grito dando una patada en el suelo, la morena tuvo que dar un paso hacia atrás pero fue imposible ella ya estaba pegada a la pared.- mi kwami necesita galletas ¡TRAELAS!

Sin chistar nada, Alya salió a toda prisa.

-¡Te estás pasando Marinette!- grito la kwami, la azabache relajo sus facciones y se acercó hasta la jaula dorada.

-¿Disculpa?

-Alya es tu mejor amiga, este poder no es para que lo uses para el mal.-el tono de voz fue bajando poco a poco se sentía intimidada.

-Para tu desgracia Tikki, soy tu dueña, y solo yo puedo sacarte de este lugar ¿Acaso quieres que...?

-¡NO! ¡No Marinette por favor!- suplico la kwami Marinette sonrío cruelmente dirigiéndose a la salida.

Alya regreso rápidamente con una bandeja llena de galletas, la cual cuando Marinette paso a un lado de ella termino en el suelo, Alya se inclinó a recogerlas rápidamente, cuando su "amiga" se marchó del lugar, miro a la kwami que parecía deprimida.

-Tranquila.- le consoló Alya pasando un par de galletas por la jaula.- me gustaría ayudarte pero ten fe en que Marinette regresara.

Tikki, no pudo sonreírle, solo se quedó hay mirando las galletas sin tocarlas.

Por otro lado Gabriel, caminaba de un lado a otro buscando y rebuscando por toda su oficina... no estaba, su nuevo diseño de cristalería fina que sería mandado a una exposición en china, no estaba.