Parte 3

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Chat Blanc entro por una de las ventanas de la alcaldía que daba directo a un pequeño pasillo a las escaleras, observo a cierta chica rubia limpiando los escalones con lo que parecía ser un palito, sin duda alguna su pequeño y adorable insecto se estaba divirtiendo.

El gato blanco aterrizo un par de escalones tras de Chloe, asustando a la pobre rubia.

-Madame... me parece que no está haciendo bien su trabajo.

-¿Q-que? – le pregunto, Chat señalo con su dedo tras de ella, las escaleras que ya avía limpiado estaban cubiertas de tierra.- P-pero...

- Sera mejor comenzar de nuevo a mi bichito no le va a gustar ver esto y no querrás verla enojada.

Nuevamente salió por la ventana, su vista se topó con algo interesante, Nino avía terminado de limpiar la enorme estatua de bronce de los amos de parís. El joven respiro tranquilo, le avía tomado casi todo el día pero por fin avía terminado.

-¡¿Pero qué...?!- exclamo, una extraña masa negra caía de las cabezas de Antibug y Chat.

-Nononono.- Chat camino alrededor de la enorme estatua.- ¡Mi estatua está sucia!- le reclamo.

-P-pero si yo había terminado de limpiarla.

-¿Seguro? ¿Por qué hay lodo cayendo de mi perfecto cabello?...Opsi!- Chat tenía las manos llenas de lodo las cuales no dudo en limpiar con la camisa de Nino.- la quiero limpia en cinco minutos.- Ordeno.

Chat saco su bastón y se elevó con él hasta el piso más alto, entrando nuevamente por una ventana, se sentó al borde de está observando a Marinette sentada en un escritorio jugando con unos dardos, Chat observo la jaula donde Tikki estaba en silencio, deshizo su transformación y Plagg no tardó en hacerle compañía. Adrián se acercó a Marinette quien parecía ignorar su presencia, la azabache lanzaba dardos a una foto de su familia.

-¿Molesta bichito? – pregunto sentándose a su lado, Marinette puso los ojos en blanco.

-Por años jugué a ser la hija perfecta, gentil, dulce y tierna ¿Qué recibía al final? Solo palabras como "esfuérzate más" o "sigue así"... de que serbia si las peores personas te pisoteaban siempre.

-Pobre bichito... -le dijo con burla.- recuerda que ahora eres la mujer más poderosa de todo Paris ¡Ya se! ¿Qué te parece una fiesta para festejar a la mujer más poderosa sobre la tierra?- le pregunto, Marinette lanzó un dardo nuevamente a la fotografía.

-Si una fiesta donde estarán todos los hipócritas que solo se dedicaron a humillarme antes de ser quien soy, no gracias.

Adrián puso los ojos en blanco, a veces Marinette tenía sus arranques bipolares, no negaba que le molestaran pero le gustaba verla enfadada.

-¡Lo tengo! – del bolsillo de su pantalón, saco el brazalete que había robado a su padre, Marinette miro con sorpresa la joya.- una pieza única para un museo en China una joya invaluable.

-¡Oww! ¡Adri!- exclamo ella estirando su mano, para que el rubio le colocara la joya.- ¡Tikki! ¡Ay Tikki mira! Es hermoso ¿no?- la kwami seguía con el rostro abajo, la sonrisa desapareció del rostro de la azabache.- Genial...

-¿Segura que le das de comer? – Marinette rodo los ojos, parecía que Tikki se empeñaba en querer amargarle el día, a la kwami se le dio por querer arruinar el hermoso día de su cumpleaños.

Los amos del malWhere stories live. Discover now