2

16.3K 2.1K 958
                                    

Llegamos a "casa". Una maldita mansión en la que cabrían al menos 5 familias. Pero no, la casita solo estaba habitada por Park Jimin, el joven empresario ya millonario, el futuro de la economía coreana, el que movía los hilos de todo, su mayordomo Choi, la cocinera Hye, y yo, Jeon Jungkook, el chico que obedece.

Choi nos abrió la puerta cuando nos vió llegar por la ventana y tomó nuestros abrigos.

-Como ha ido la fiesta, señor?

-Dale una pastilla de jabón a Jungkook y asegúrate de que nota su sabor.

Se limitó a contestar mientras subía las escaleras doradas, forradas de una suave alfombra roja, hacia su imponente dormitorio.

Choi asintió y miró a Jungkook con ternura.

-Deberías comenzar a portarte mejor. El amo paga mucho por ti.

-No le llames asi, joder, es tu puto jefe, no tu amo, no somos sus esclavos. Si él me paga tanto es porque quiere y puede, asi que tendrá que soportarme, ya que mi única obligación, es no hacer malditamente nada. Practicamente me regala su dinero.

Me desabroché la cara camisa de seda y se la di a Choi.

-Voy a darme un baño. Dile que me he tragado la pastilla entera.

Choi negó con su cabeza en desaprobación antes de dirigirse a algún lugar de la enorme mansión.

Entré a mi baño y encendí el jacuzzi antes de comenzar a desvestirme por completo.
Me miré desnudo frente al espejo.
"¿Que harás, vender tu culo por horas?" Recordé sus palabras. Seguramente más de un viejo pagaría tanto como Jimin por tocarme unos minutos. Lo cierto es que, siendo sinceros, yo estaba jodidamente bueno.

Ahora que lo pensaba bien, no entendía muy bien como Jimin jamás me había tocado. Nuestro contrato simplemente no tenía sentido. Me pagaba sin más. Casi hasta me sentía mal.

¿Que por qué había aceptado este "trabajo"?
Por dios, ¿que harías tú si acabas de terminar la carrera en la universidad pero trabajas como dependiente en una tienda de ropa no apta para cualquier bolsillo, y un tío al que ves por la tele casi a diario entra, te ve y te ofrece pagarte 50 veces tu salario solo por acompañarle a todas partes?

Me introduje poco a poco en la amplia bañera que burbujeaba jabón hasta arriba, apoyé mi cabeza en la almohada pensada para ello y me relajé, cerrando mis ojos.

Hoy había sido un día agotador. No hacer nada no era tan fácil como parecía. Tenía que seguir a Jimin a todas partes, mantener siempre una postura y un lenguaje correcto, no distraerme con nada ni nadie y sobre todo, obedecer a todo lo que me pidiese.
Aunque bueno, yo tambien tenía mis caprichos, y él, aunque no siempre, me los permitía.

No podía mantener ningún tipo de relación con nadie que no fuese él, lo que me hizo acordarme de algo. ¿Cuanto tiempo llevaba sin atender a mis necesidades más primitivas?
Juraría que no había follado desde que trabajaba para él, y ni siquiera me  había tocado a mi mismo.
Bueno, puede que este fuese un buen momento para aliviarme.

Quité mi mano derecha de la fría cerámica en la que apoyaba mi brazo y la hundí bajo el agua, agarrando mi miembro y comenzando a acariciarlo lentamente, con los ojos cerrados.

Dios, definitivamente necesitaba hacer esto, había pasado demasiado tiempo. Un gemido escapó de mis labios sin querer. Aumenté el ritmo de mi mano un poco. Ya notaba como mi cuerpo se encontraba mucho más caliente, y probablemente estaba sudando, pero debido a que mi cuerpo estaba sumergido en agua no se notaba.

Cada vez estaba más duro, y mis jadeos y gemidos eran más audibles. Ahora iba tan rápido que hacía que el agua encima de mi miembro chapotease debido al ritmo de mi mano. Estaba a punto de llegar al orgasmo cuando la puerta del baño se abrió y Jimin me miró con el ceño fruncido, tan característico de él y su humor.

-¿Qué demonios haces?

Di una patada a la pared de la bañera y parte del agua se derramó fuera.

-Follarme mi mano, tambien necesito tu permiso para ello?

Me levanté de golpe, dejando mi largo cuerpo cubierto de pompas de jabón al descubierto. No, la verdad es que no me daba ningún tipo de verguenza que alguien, hombre o mujer, me viese desnudo. No tenía nada de lo que avergonzarme.

Jimin no quitó su mirada de mis ojos en ningún momento, aún sabiendo que estaba totalmente desnudo ante él. Me puse la toalla alrededor de mi cintura.

-Lávate la mano y acompáñame.

Puse los ojos en blanco.

-Acabo de salir de la ducha, necesito lavarme la mano?

-Lávatela.

Dijo autoritario. Suspiré y me dirigí al lavabo para lavarme las manos con jabón. Me sequé delante de él y dejé la toalla colgada de nuevo, volviendo a quedar desnudo.

-¿Que desea que me ponga, señor? -dije con tono aburrido.

Ahora sí me miró de arriba a abajo, posándose en mi pene, que aún estaba rojo y algo erecto.

-Primero acaba con tu problema, y luego ven a mi dormitorio.

Pricey《Jikook Lime》#KpopAwards2017حيث تعيش القصص. اكتشف الآن