18

12.2K 1.8K 79
                                    

Después de besar mi cara infinitamente y mojarla con sus lágrimas, confluyendo con las mías propias, Jimin se quedó dormido, abrazado a mi como un niño pequeño con su osito de peluche.

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas, pensamientos de arrepentimiento por haber vuelto allí me invadían sin descanso.

En serio, ¿por qué volví?

Me desperté temprano y miré a Jimin. Parecía tan indefenso e infantil mientras dormía...Se me escapó un suspiro.

No sabía como sentirme respecto a la noticia que le había comunicado su padre. Sin duda él preferiría irse a Estados Unidos antes que casarse con alguien...sobre todo, ahora que he descubierto su orientación sexual, si es mujer. Pero algún motivo le detenía...le hacía dudar...Y yo me negaba a aceptar que, ese motivo, no era nada más y nada menos que yo mismo.

Jimin había afirmado estar enamorado de mi desde el principio, pero yo seguía sin creérmelo.

Acaricié su cabellera suavemente con mi mano, sin apartar mi mirada de su rostro. Frunció levemente el ceño al principio, cuando notó mi mano, pero enseguida mostró una pequeña sonrisa con sus labios. Con "esos" labios...hasta aquella noche nunca me había fijado en Jimin lo suficiente como para darme cuenta de los gruesos y redondos labios que tenía, estos eran realmente provocadores para cualquiera.

Acerqué mi rostro al suyo, rozando nuestras narices, provocándome cosquillas, y luego un poco más, haciendo que nuestros labios se rozasen, pero sin llegar a un contacto total.

Relamí mis labios con la lengua, y debido a la corta, por no decir mínima distancia que separaba nuestras bocas, lamí también los suyos, y Jimin abrió ligeramente su boca como respuesta. Suspiré de nuevo, echando mi aliento sobre la boca semiabierta de Jimin, y aquello le hizo despertar.

Abrió sus ojos lentamente, y los cerraba con fuerza y rapidez varias veces, acostumbrándose a la luz que se colaba por las cortinas.

-Hmmm...-se quejó antes de bostezar.

-Buenos días -dije serio, mirándole con atención.

Debió ser mi voz la que le hizo darse cuenta de que yo estaba allí de verdad junto a él, que yo era real, porque abrió los ojos de golpe, como si estuviese asustado.

-Jungkook...buenos días...

Nos miramos en silencio fijamente a los ojos por unos minutos. La tensión era palpable en el aire. Finalmente hablé.

-Deberías irte a Estados Unidos, Jimin. No serás feliz si te casas con esa mujer.

-Tampoco seré feliz si no vienes conmigo a Estados Unidos, Jungkook.

Pricey《Jikook Lime》#KpopAwards2017Où les histoires vivent. Découvrez maintenant