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Aquella noche solo pude pensar en lo que había sucedido.

Park Jimin , mi "jefe" por llamarle de algún modo, me había masturbado hasta llegar al orgasmo, y luego como si nada, me había echado y me había dado un estúpida camisa.

Muy cara, pero estúpida.

A la mañana siguiente, Choi tocó mi puerta más temprano de lo habitual para despertarme.

-Señorito Jungkook, por favor dúchese  y vistase rápido, el amo Park Jimin le espera en el recibidor.

-Maldita sea, que no le llames amo!

Grité aún tumbado en mi cama.

Me desperezé y me metí a la ducha, echándome un nuevo y lujoso perfume que había frente al espejo con una etiqueta que ponía:

"Úsalo. P.JM"

Salí a vestirme y me encontré de nuevo con aquella camisa.
Era demasiado delicada para alguien tan torpe como yo. Me puse otra, mucho más barata, pero que no me gustaba tanto y no me importaba estropear. Probablemente Jimin no se daría ni cuenta.

Una vez aseado y vestido, bajé las largas escaleras hasta el recibidor, donde efectivamente, Jimin me esperaba, con el eterno ceño fruncido.

-Buenos días.

-Jungkook, ¿por qué no llevas puesta la camisa que te compré?

Me soltó seco, sin un ápice de amabilidad.

-Es demasiado cara, señor, temo estropearla.

Jimin me miró serio y dio un paso intimidante hacia mi.

-Si la camisa se estropea, compro otra.
Si tú te estropeas, te cambio por otro.
Todo lo que yo hago es caro, chico.
Ahora vístete con ella y vámonos, llegamos tarde.

Me quedé paralizado. ¿¡A que venía esto!?

"Si tú te estropeas, te cambio por otro."

No voy a negar que oir aquella frase no me dolió un poquito. Joder, cada vez estaba más convencido de que yo era su puta o algo por el estilo, y dado lo que paso anoché...

Tuve que volver a mi dormitorio y cambiarme la prenda superior por la que él me había ordenado.

Me miré al espejo una vez la tuve puesta.

"Jeon Jungkook, ya eres perfecto pero esta camisa te hace aún mejor. Si la mancho me suicido"

Cuando bajé al recibidor de nuevo, Jimin ya no estaba, pero Choi si.

-El amo Jimin se encuentra ya en el vehículo. El chófer Kim les llevará hoy a su destino.

Odiaba la forma siempre tan correcta y formal que tenía Choi de hablar, y me encantaba sacarle fuera de esas palabrerías, o al menos intentarlo.

-Choi, tú crees que esta camisa me hace demasiado follable para el bien de la humanidad?

Choi parpadeó un par de veces, serio.

-Disculpe señorito?

-Si, digo, que si tu me follarías con la camisa puesta o me la quitarías?

Carraspeó.

-Temo decirle que yo no cometería el acto sexual con usted, señorito Jeon, con o sin camisa.

-¿Ni una mamadita?

Dije divertido. Choi emitió un sonido, como un gruñido, comenzaba a enfadarse.

-El señor Jimin le está esperando impaciente en el coche, váyase ya, por favor.

-Lo que tú digas, Choi, pero no cierres opciones, eh?

Le guiñé un ojo antes de salir por la enorme puerta.

"Puto viejo verde" pensé. Sabía perfectamente que aquel anciano me miraba deseoso cada vez que me veía, y sabía perfectamente que como me tocase un solo pelo se quedaría sin trabajo lo que le quedase de vida.

Las malas vibraciones que Jimin transmitía se notaban antes incluso de abrir la puerta del coche.

-¿Por qué has tardado tanto?

-Choi tardaba en llegar.

Jimin enarcó una ceja.

-¿Qué?

Reí inmediatamente.

-Nada, me gusta hacerte esperar.

-Kim, arranca, llévanos rápido, llegamos tarde.

Dijo ignorándome.

-Y llegar tarde, amo cuando te enfadas  por llegar tarde, me pone tan ca...

-Jungkook, basta.

Dijo Jimin autoritario. Cerré la boca y me crucé de brazos.

-Te odio.

-Ya, pero no a mi dinero.

Miré por la ventana y bufé.

-Ojalá me dieses algo más que eso.

Susurré casi inaudible.

Pricey《Jikook Lime》#KpopAwards2017Où les histoires vivent. Découvrez maintenant