El que soñaba con los ojos abiertos

Especial de Navidad

(Recuerden, este capítulo es fuera de la historia, por lo que algunas partes ya parecen diferentes. Es como si fuera en un universo paralelo)

Michelle y Jeremías suspiran al mirar las cajas llenas de adornos que Diana había encontrado en el sótano. Ella había pensado ponerlos considerando que la Navidad estaba a la vuelta de la esquina. Nuestros dos adolescentes favoritos fueron encargados con el reto de poner las decoraciones en el árbol, mientras que Elliot pusiera las luces al exterior de la casa, y que Diana haga el chocolate caliente para todos. Ambos pensaron que iba a ser fácil, que iban a terminar en cuestión de segundos, pero no podían haber estado más equivocados. Para hacerte el cuento corto, al momento se están ahogando en adornos navideños, cuestionando todas sus decisiones de la vida. Entonces, de repente, una Diana salvaje apareció de la nada, su cabello atado en un moño desordenado, casi asustando los dos a la muerte.

-"¡Hola mis pequeños rollos de canela!! ¿Cómo van las cosas para ustedes dos?"

-"¡Mamá! ¡Juro por Dios que casi me diste un ataque al corazón!"

Michelle se rio de los dos mientras ella procedía a sacar algunos mechones de su pelo lejos de su cara antes de hablar.

-"Todavía estamos tratando de resolver las cosas, pero no se preocupe señora D, ¡podemos hacer esto!"

-"Ay canelita, ¿no te dije que solo me llames Diana? ¡Después de todo este tiempo y todavía nunca escuchas! ¡Me recuerdas tanto a mí misma a tu edad!"

Diana entonces procede casualmente a caminar, una sonrisa gentil en su cara, antes de recordar algo, y corriendo a una de las habitaciones de la casa para aparentemente ir a buscar algo. Michelle inclina la cabeza en confusión mientras Jeremías se encoge de hombros, escogiendo algunos adornos de una de las cajas. Luego le dice a Michelle que ya empiece a decorar el árbol, y ella se levanta, sonriendo de acuerdo. Empiezan a colocar adornos cuidadosamente en el árbol, sin notar que Oliver está jugando con una de las cajas. Entonces Diana irrumpe de nuevo en la habitación, de repente llevaba puesto un suéter colorido de Navidad, mientras que también llevaba cuatro más en sus brazos, uno lo suficientemente pequeño que le podría caber a un animal.

-"¡He encontrado algunos suéteres lindos de la Navidad que ustedes simplemente adoraran! ¡Rápido, póngaselos! ¡Quiero tener una foto de familia delante del árbol después de todo esto! ¡Mira! ¡Incluso encontré uno para el pequeñito Oliver! Hablando de Oliver, ¿lo han visto a su alrededor? No lo he visto desde que asignamos las tareas navideñas..."

Dicho gato se tensó en la caja en la que estaba, sin moverse ni un centímetro para evitar alertar a Diana de su presencia. Él definitivamente no quería acabar con uno de esos suéteres de Navidad, incluso si Jeremías y Michelle se vieron obligados a usarlos también. Diana miró a su alrededor con suerte, pero suspiró al darse cuenta de que el gato no estaba en ningún lugar que pudiera ver. Ella eventualmente se marchó, presumiblemente para encontrar a Oliver, dejando a los dos adolescentes decorando el árbol una vez más. Oliver entonces silenciosamente salió de la caja, y maulló a Michelle y Jeremías para que lo ayuden a esconderse. Michelle sonrió y lo levantó, dirigiéndose a la cocina y abriendo uno de los armarios vacíos para que él se escondiera un poco, dejándolo ligeramente abierto por lo que todavía tiene oxígeno fluyendo. Michelle luego regresa a la sala de estar, sólo para tener un suéter arrojado directamente a su cara. Ella inclina la cabeza y luego ve a Diana sacando la cabeza de una habitación, mirándola directamente.

-"¡Ponte tu suéter a menos que no quieras ningún chocolate caliente delicioso!"

Los ojos de Michelle se ensanchan, ya que rápidamente pone su suéter encima de su camiseta, no queriendo perder la oportunidad de conseguir chocolate caliente. Luego mira a Jeremías, que rápidamente mira hacia otro lado, un leve rubor cubriendo su rostro mientras trata de desenredar algunas de las luces de Navidad. Ella se ríe, atándose el cabello en una cola de caballo antes de ir a ayudarlo.