Cap 30

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Abro los ojos despacio me siento tremendamente cansada, cuando ya los tengo completamente abiertos, tengo ante mi a mi ángel a la cosa más hermosa mi novia la causante de este agotamiento físico.

Me ruborizó solo de pensar y ver las imágenes del ascensor en mi cabeza, nunca imagine que podría hacer el amor dentro de un ascensor y menos de un hotel.

La miro no puedo dejar de mirarla, con su pelo alborotado, le aparto algunos mechones de la cara con cuidado de no despertarla, se ve tan tierna con su media sonrisa, miro su cuerpo desnudo, lo recorro  con la mirada, las sábanas están por el suelo después de una noche de pasión.

Miro sus pequeños pechos  su lugar, de los cuales tiene un poco de complejo por su tamaño, pero para mi son perfectos, me dan ganas de volver a jugar con ellos, despertarla y volver hacer el amor, pero cuando voy hacerlo veo unas marcas en ellos, dios mio son las marcas de mis dientes, me vuelvo a poner roja, su espalda tiene unos pequeños arañazos de mis uñas solo pienso anoche deje  salir la bestia que llevo dentro, aunque miro mi cuerpo y está parecido, tengo algún que otro chupetón y algún mordisco, no soy yo la única bestia.

Miro la hora buffffff son las doce de la mañana ya no llegamos al desayuno tendremos que pasar directamente a la comida y con lo pronto que comen aquí los franceses ni a esto.

Llamaría para pedir el desayuno pero mi francés es peor que mi inglés, y Marlen esta tan dormida que me sabe mal despertarla, decido primero darme una ducha a ver si mientras se despierta, me levanto de la cama y voy directa al baño.

Me despierto sola en la cama y cansada, Malú no está, su parte de la cama aun esta caliente, oigo agua en el baño debe de ser ella, miro la hora pasa de las doce, habrá que pedir algo de comer estoy hambrienta y conociendo a Malú seguro, tendremos que reponer fuerzas.

De paso que llamo para que suban la comida hablo con el director para que me preparen lo de esta noche, como ellos piensan que lo del ascensor es culpa de ellos pues por lo menos sacar algo de provecho.

Aún estoy hablando con ellos cuando sale Malú del baño solo con una toalla al cuerpo la cual tapa de su cuerpo lo mínimo,con el pelo mojado, mi baba empieza a chorrear.
 
Después de hablar en recepción, llamamos a Vero a ver como está el crió esta tan bien que apenas quiere  hablar con nosotras.

Mientras yo me doy una ducha nos traen la comida que había pedido momentos antes, comemos en la terraza y después nos vamos hasta el río Senna, en el damos un  paseo por todo el río hasta llegar a la Catedral de Notre Dame, allí hay un gran jardín, donde nos tumbamos en el césped y entre miradas cómplices pasamos la tarde

A las ocho estábamos en el hotel, Marlen me daba prisas, salíamos fuera, no me quería decir nada a donde me llevaba, nos pusimos las dos vestido largo, a mi amor me costó convencerla no es de vestidos mi niña es de pantalón siempre con la escusa que no le gusta enseñar con lo buena que está, aunque la verdad es que sin ropa esta mucho mejor y si mís manos recorriendo  su cuerpo alejemos esas ideas.

A las ocho y media ya estábamos en recepción esperando un no se que, asta que aparece una limusina blanca aparcando en la puerta, de el se baja el chófer con su uniforme impecable, habré la puerta de detrás yo miro a Marlen.

-Si amor es para nosotras.

-Cariño donde vamos?

-Ya lo sabrás amor no seas Impaciente
Entramos dentro si fuera ya era bonita dentro era impresionante, teníamos una botella de champán mi chica no tardo en llenarla y brindar por nosotras, recorrimos París con la limusina hasta llegar a un pequeño aeropuerto privado.

-Amor donde vamos?

-Ahora lo sabrás.

Me da un beso antes de salir de la limusina, salimos las dos de la mano, a Marlen le brillan los ojos.

A lo lejos veo un helicóptero en marcha.

-Vamos a subir a ese monstruo?

-Jajaja, si amor tienes miedo?

-Noo o eso espero.

-Tranquila amor todo irá bien ya veras.

Nos subimos arriba, Marlen me ayuda a ponerme todos los cinturones y los cascos el ruido es infernal, después de un beso se lo pone ella, me agarra la mano antes de empezar el bicho a subir, las cosquillas de mi estómago no se hacen esperar, tengo un poco de miedo pero poco a poco va pasando, el cielo de París está despejado y las vistas desde arriba son impresionantes.

Marlen no me suelta la mano en todo lo que dura el vuelo dándome una gran tranquilidad, la verdad es que se me hace corto y todo eso que estamos como una hora sobrevolando el cielo de París.

Volvemos al hotel con la misma limusina no voy a negar que me decepcionó un poco pensé que me llevaría a cenar fuera para rematar esta espléndido día.

Subimos al ascensor esta vez repleto de gente miramos hacia arriba el chicle ya no está y nos entra la risa tonta, con la mirada de todos los que están dentro.

Ya en la puerta de la habitación Marlen me tapa los ojos con un pañuelo.

-Tsssss tranquila amor. Me susurra al oído.

Oigo como abre la puerta de la cintura me ayuda a entrar, ya dentro oigo como cierra la puerta y  me abraza por detrás depositando un beso en el cuello erizando toda mi piel.

Me quita despacio el pañuelo este cae en el suelo, mis piernas tiemblan de ver lo que estoy viendo, hay un canino de pétalos de rosa blancas con velas en forma de corazón, estas hacen un camino hasta la terraza oigo música de violines, voy caminando por el camino de pétalos y  velas llegó donde esta la cama rodeada de velas y encima de la cama un corazón de pétalos rojos como nuestra pasión, nos dirigimos a la terraza allí hay puesta una mesa para dos, un hombre tocando el violín, mis lágrimas ya no pueden aguantar más y empiezan a brotar si parar.

Miró a Marlen y está igual de emocionada que yo, me limpia mis lágrimas con besos antes que el camarero nos indique que nos sentemos a la mesa.

El camarero nos sirve la cena mientras el otro sigue tocando el violín, Marlen les dice con su francés que ya se pueden retirar.

Cenamos con muchas miradas cómplices y muchos besos, la botella de vino no tarda en vaciarse para pasar a la de champán.

Agarra la botella y las copas y me lleva al baño por el mismo camino de pétalos y si pensaba que ahí había acabado todo me había equivocado, el jacuzzi está lleno de espuma alrededor de el lleno de velas, Marlen deja el champán a un  lado del jacuzzi, nos quitamos la ropa despacio una a la otra sin prisas no hace frío, entra primero ella y después yo me siento entre sus piernas apoyando mi cabeza en su pecho, cierro los ojos, Marlen me rodea con sus piernas mientras sus manos rodean mi cintura.

Sus manos so  traviesas acaban acariciando mis pechos de manera muy suave pero consiguiendo enseguida mi excitación, una mano baja hasta mi sexo lo acaricia despacio muy despacio, le gusta atormentarme, mis piernas por instinto suben a las paredes del Jacuzzi para hacérselo más fácil, así ella entra dos dedos dentro de mi, grito su nombre, mientras muerdes mi hombro, y llego a un órgasmos mis espasmos hacen que el agua salga de la bañera.

Quiero hacerla mía ahí mismo pero no me deja dice que hoy es mi noche, salimos del Jacuzzi el agua está ya fría, nos secamos entre las dos con muchos besos entre medio, sin aviso me agarra en brazos después de apagar todas las velas del baño, me carga hasta la cama y allí me deja caer encima de ella haciendo saltar los pétalos que ahí habían,  muchos acaban cayendo por mi cuerpo desnudo, Marlen poco a poco va dejándose caer encima de mi cuerpo para acabar volviendo hacerme el amor repetidas veces.

Mi mundo en el aire Where stories live. Discover now