Karamatsu es...

Parte 5

El amante de los gatos entro con cuidado por aquella puerta, un gran pasillo se presentaba ante él, anduvo con pasos inseguros hasta llegar a una pequeña habitación, en el interior encontró al chico de cabello violeta sentado en el suelo, poco le importó preguntar, la razón de haber irrumpido se encontraba sobre sus piernas.

Ichimatsu no pudo evitar formar una sonrisa al ver el pequeño tigre siendo mimado. Tenía ganas de arrebatarle el cachorro al otro y llevárselo a casa.

El chico del suelo se dio cuenta de la presencia y se levantó apresurado con el tigre en brazos. Ichimatsu pudo observarlo con mayor detalle, el niño de unos 16 años quizá, vestía un pantalón café y una gran chamarra beige, su cabello era corto pero los chinos eran inconfundibles, sus ojos de un morado fuerte contrarrestaban el violeta de su pelo, tenía un collar con dijes de colmillos y una bandita en la nariz. ¿Pandillero?, pensó Ichi.

- Y-yo... Eh... Yo solo estaba... - nervioso, el chico buscaba una buena excusa, pero tras ver con cuidado al joven frente a él se relajó un poco - Tú, ¿trabajas aquí? -

Ichi negó con la cabeza sin despegar la mirada del felino.

- Acaso, ¿También querías verlo? - el chico levantó al pequeño animal en brazos mientras Ichi se acercaba emocionado confirmando la pregunta del más joven – ¡Genial, no estoy en problemas! – suspiro aliviado y le entrego el tigre a Ichimatsu para que lo pudiese consentir.

Ambos chicos tomaron lugar en el suelo, mimando al cachorro que disfrutaba de la atención.

- Es adorable, me encantaría llevarlo a casa – el más joven hacia un puchero – sabes, los tigres son mi animal favorito, ¿Son geniales no? – Ichimatsu asintió sin haber dejado de sonreír en todo el momento – no hablas mucho ¿Cierto? –

Ichimatsu se sonrojo un poco ante la pregunta.

- ... no, no soy de muchas palabras – esquivo la mirada un tanto avergonzado, después de todo se le dificultaba socializar y el ver que un niño era mejor que él en ello le apenaba; sin contar que estaba viendo un lado que no solía mostrar.

- Tranquilo, conozco a alguien similar, mi hermano dice que... - se detuvo de golpe ante la mirada confusa del mayor – ¡Mi hermano!, ¡Va a matarme! – se levantó de golpe.

- ¿Eh? ¿Te separaste de tu familia? –

- De mi hermano, vine con él para ver al cachorro pero luego vimos el anuncio y nosotros no podíamos venir más tarde así que ya nos íbamos pero aproveche una oportunidad para venir hasta aquí y verlo antes de irnos y ahora mi hermano debe estar buscándome y seguro me castigara – el chico hablo rápidamente apenas logrando respirar entre cada palabra.

- T-tranquilo... solo hay que salir antes de que... - un sonido interrumpió su charla, la puerta siendo abierta y unos pasos los alertaron, Ichi se apresuró a dejar al cachorro en la única jaula que había en la habitación, tomo al chico del brazo y se escondieron tras unos estantes.

Ambos chicos aguantaban la respiración, solo debían esperar a que los cuidadores se fueran para poder salir como si nunca hubiesen estado allí.

- Te lo dije – se escuchó una gruesa voz masculina – solo hay que echarlo en la mochila y salir de aquí –

- No puedo creer que sea tan fácil, ganaremos una fortuna – otra voz de hombre se escuchó.

Ichimatsu se puso nervioso, en definitiva esa no era conversación de unos cuidadores, se asomó con cautela confirmando su sospecha, dos hombres habrían la jaula del pequeño tigre para meterlo en una mochila negra, el cachorro se removía violentamente tratando de escapar ante el brusco trato, pero uno de los hombres saco una jeringa inyectando al animal que comenzó a debilitarse por un sedante.