Mantén tu ojo eléctrico sobre mí

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El olor era horrendo. Nada parecido a algo con lo que ella hubiera tenido contacto en toda su vida. ¿Qué estaba sucediendo?, ¿en dónde estaba?, ¿cómo regresaría a casa? Todas esas clases de preguntas corrían por su mente aturdida. Sus músculos dolían y ella apenas se podía mover para enderezarse y salir de la forma de bola en la que su cuerpo automáticamente se había posicionado para escudarse a sí misma. Los únicos sonidos que ella podía escuchar eran: un zumbido débil, similar al sonido que emitía una pecera, y pequeños pasos yendo y viniendo. Ella pensó por un momento que tal vez había sido llevada dentro de su casa por uno de sus familiares y la habían acostado en su cama, pero el olor distinto le hizo darse cuenta de que eso era imposible. Ella no estaba en su hogar.

Lo que había parecido horas, pero que tal vez fueron solo minutos, pasaron antes de que finalmente ella comenzara a volver a tener conciencia. Su tinnitus¹ era demasiado alto como para que pudiera escuchar al principio, pero después de unos momentos había finalmente disminuido hasta el punto en que podía oír una conversación, aunque de manera vaga. Le dio esperanza cuando reconoció que, de hecho, hablaban en español. Gradualmente abrió un ojo, solo para ser recibida por su mano poseedora de una herida abierta acunando su cara. La herida parecía haber comenzado su proceso de sanación, con gotas de sangre volviéndose de un color rojo más oscuro mientras se esparcía y se hundía en las ranuras de su piel. El corte todavía estaba sensible al tacto así que lo examino cuidadosamente con su otra mano temblorosa, concluyo entonces que no era un corte profundo aunque todavía necesitaba ser limpiado ya que la infección se esparcía rápido.

Respirando pesadamente finalmente trato de levantarse, aunque parecía una tarea gigantesca. Echándose hacia atrás se topó con una fría pared de cristal, su cabeza estaba sumergida. Aun enfocándose en sí misma en vez de en sus alrededores, ella supo que estaba rodeada por vidrio pero aun así no le importo, "escape" era la segunda cosa en su mente en ese momento. De cualquier manera, ella sabía que estaba demasiado débil como para romper algo. Lo primero: no morir. El dolor que se desbocaba a través de su cuello mientras lo levantaba para descansarlo sobre la pared de atrás causo que inhalara bruscamente y cerrara sus ojos con fuerza. Exhalando, se posiciono de una manera en que hizo que sintiera menos dolor antes de notar sus alrededores, el cual era considerablemente borroso. Mirando hacia el frente, ella solo podía ver lo que era una mancha borrosa de lo que parecía ser un tocón de árbol gigante, cuando sus ojos se enfocaron su visión se volvió más clara, lo que la hizo intrigarse. Lo que ella no sabía es que él también estaba intrigado. A ella le tomo unos minutos para comprender el terror que se estaba procesando en su cerebro; este árbol-cosa, la estaba mirando, inclinando su cabeza, observándola. Ella salto, tratando de gritar, pero el único sonido que salió fue este chillido agudo que hizo al árbol saltar en respuesta. Mientras que sus ojos oscuros prácticamente escrutaban su alma, ella temblaba. «¿En dónde diablos estoy?, ¡¿qué es esa... cosa?!»

Se dio la vuelta, caminando en otra dirección antes de desaparecer durante unos momentos y ella tomo la oportunidad para escapar, o al menos formular un plan. Notando los pequeños agujeros que había en la parte superior del tanque en el que se encontraba, contemplo sus pies tratando de encontrar algo que pudiera romper el cristal. Ella casi había perdido la esperanza cuando el árbol regreso con una alienígena rosada a su lado. «Sera mejor que esto sea una broma», pensó ella, esperando que uno de esos presentadores de televisión sobrecargados de energía apareciera de la nada y que sirenas empezaran a sonar mientras que el equipo de camarógrafos comenzara a reírse de ella, ella no lo apreciaría pero así esperaba que fuese. Los ojos de la alienígena rosada se agrandaron cuando vio que ella la estaba observando y se movió ligeramente. Su boca se abrió con asombró antes de escudriñarla, dejándola teniendo una competencia de miradas con el árbol.

—¡Rocket! ¿Podrías parar de tocar todo lo que está aquí? Jesús, harás que algo explote —le ladro Quill a Rocket, quien en respuesta se encogió de hombros y sonrió antes de poner sus garras en una bizarra caja roja que tenía intrincada un patrón azul con amarillo. Suspirando, Quill volvió su atención a El Coleccionista quien estaba tomando un orgullo inconmensurable en su colección, explicando al grupo lo que era la piedra morada del terror.

—Así que, de cualquier manera, ¿qué es lo que quiere Ronan con esta cosa? —Pregunto Quill, contemplando a Gamora quien observaba severamente cada movimiento de El Coleccionista antes de observar las "exhibiciones".

—Ciertos portadores pueden usar la piedra para cegar civilizaciones enteras como trigo en un campo —El Coleccionista hablo con un callado pero determinante tono, con cepas de sabiduría, tal vez de experiencias previas, deslizándose a través de sus palabras.

—Hay un poco de orine saliéndoseme ahora mismo —hablo Quill, con ojos bien abiertos por el pensamiento de Ronan tomando incontables vidas en Xandar. Antes de que El Coleccionista pudiera volver a hablar, la asistente rosada interrumpió ligeramente sonrojada, lo que era divertido para Peter.

—¡Señor, señor! —Chillo ella, tratando de recuperar el aliento y casi salto hacia El Coleccionista en lo que parecía ser emoción. El Coleccionista respondió con tono agravado.

—¿Qué pasa? —Él alzo ligeramente su voz, restaurando el orden sobre el estado caótico y demasiado emocional de ella, aun sin levantar tanto su voz como para destruir su profesionalismo.

—Ella esta despierta... —con sus palabras, El Coleccionista alzo sus cejas antes de volverse hacia el grupo y disculparse, explicando que tenía que lidiar con un asunto. Con esto, los oídos de Quill picaron y su curiosidad le gano, volviéndose hacia Gamora con una sonrisa traviesa. Gamora sabía que él iba a "investigar".

—Quill, no te atrevas... —sin embargo, hablo demasiado tarde y Quill ya había ido tras El Coleccionista.

La mente de Quill chispeo con preguntas: «¿Quién es ella?»

Rocket y Drax esperaron instrucciones por parte de Gamora mientras que Groot seguía desaparecido. Gamora suspiro y sacudió su cabeza mientras que Drax seguía con la frente en alto. Ella comento—: Él solo va a buscarse problemas.




¹Los tinnitus o acúfenos son un fenómeno perceptivo que consiste en notar golpes o sonidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa.

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