Capítulo 06

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Capítulo 06


Las puertas estaban abiertas y Beira aún seguía en el medio de la habitación en silencio. Ahnia había dejado de hablar y el lugar parecía estar detenido en el tiempo. Siguiendo su sentido común o según ella lo más lógico, decidió ir primero a la puerta donde parecía haber una hoguera. No le tenía miedo a entrar a la otra puerta donde parecía que la oscuridad te iba a consumir, pero al menos no quería seguir llevándose sustos que pudo haber evitado desde un principio. Al entrar por la puerta Beira se percató de que no era una hoguera, sino tres fogatas bien hechas y con un fuego vivo en el medio de lo que parecía ser un bosque. Beira se quedó dos segundos atontada ¿Cómo llegó al bosque? ¿Era una ilusión? No, no lo era. El olor a humedad se le colaba por las fosas nasales y el viento frío la estaba haciendo temblar. Si lo que veía era una ilusión, entonces deberían darle un premio a quien se le ocurrió.

Dándole la vuelta a las tres fogatas, habían troncos bastante grandes y anchos como para sentarse y apreciar la noche mientras te calentabas con el fuego. Beira observó su alrededor, la puerta seguía abierta y mostraba el interior de madera del salón de selección mientras que lo demás era puro árbol.

—Tenía el presentimiento de que entrarías aquí primero— Beira dirigió su mirada hacia donde provenía la voz, pero no había nadie o al menos eso creía. Del otro lado de las tres fogatas se levantó un joven de piel bronceada que le sonreía a su invitada. Tenía el cabello casi a ras y vestía unos mahones y una camisa negra de manga larga. No parecía ropa como para andar en el bosque.

— ¿Quién eres?—

—Escuché tu llamado...— Beira arrugó la nariz y se regañó mentalmente por hacer semejante pregunta. Era obvio que el joven era un Índex que según Ahnia, ella había llamado.

—Perdón, es que tengo muchas cosas en la cabeza—

— ¿Dudas? ¿Preguntas?— Beira asintió y el joven sonrió —Toma asiento, quizás yo pueda responder algunas y así podemos conocernos un poco ¿te parece?—

—Perfecto— Beira se acercó a los troncos y se sentó en uno de ellos. Lo mismo hizo el joven, pero un poco alejado de ella para poder hablar relativamente frente a frente.

—Comienza...—

—Quiero que me expliques detalladamente ¿Dónde estoy?— el joven abrió los ojos sorprendido y dejó escapar un poco de la risa que intentaba contener.

—Eso es una historia muy larga—

—Puedes resumirla, solo quiero saber dónde estoy—

—Bien, ¿sabes que es Cahél?—

—Tu país ¿no?—

—Correcto...verás Cahél es una tierra con mucha magia y prácticamente tiene vida propia. Este lugar es parte de mi país, aunque es algo diferente. Aquí solo pueden entrar los que han recibido el llamado de un portador. Cuando el portador hace el llamado Cahél lo recibe y lo transmite por toda su tierra, y cuando uno de nosotros lo escucha se abre un portal que nos trae directo a aquí—

—Es decir que estamos en otra dimensión—

—Se puede ver de esa manera, la única diferencia es que el salón de la selección que es donde estamos esta como en una burbuja donde no hay tiempo...es algo complicado de explicar, pero ¿si entendiste?—

—Sí, gracias...am... ¿Qué es eso del llamado? Que yo recuerde, no creo haber dicho ningún nombre—

—Porque no eres tu quien lo dice...ósea sí eres tú, pero no esta tu...— Beira lo miró sin entender y el joven se pasó la mano por la cara buscando aire, paciencia y las palabras correctas para explicar eso.

Index: La Orden de CahélWhere stories live. Discover now