Sin vuelta atrás.

Capítulo 34.

No comprendo si han pasado minutos, segundos u horas, no estoy consciente de nada.

Mi mente se ha desconectado de ni cuerpo.

—Hylie, reacciona, amor.— Axel tomó mi rostro en sus manos y observó directamente a mis ojos alterado, me dejé llevar y lloré como nunca he llorado.

Más calmada di vuelta y una ambulancia avanzaba, nerviosa y muy alterada le pido a Axel que se apresure y sigamos a la ambulancia.

Llegamos a la clínica, corrimos detrás de la camilla.

Pasamos pasillos, grandes puertas y personas sentadas en una dolorosa espera sin imaginar que pasará con sus familias, sin encontrar algo que hacer.

Como es típico en todos los hospitales no nos dejaron pasar y eso solo hizo nuestra angustia aumentar.

Me acerco a Jay y lo abrazo fuerte. Me gustaría decirle que todo irá bien, pero no puedo asegurarle lo que pasará, lamentablemente no tengo conocimientos del futuro.

—Necesito...aire —anuncia Jayden luego de una rato.

— No hagas ninguna locura, por favor — le suplico.

Asiente frustrado y en sus ojos  puedo vislumbrar las lágrimas que no han sido derramadas.

Unas sillas más allá Axel hace señas para que me acerque a su lado, lo hago. El besa la coronilla de mi cabeza, subo a su regazo y él me abraza.

—Debemos cominicarle a los demás lo que hace pasado — avisa Axel.

Tomo mi teléfono y maldigo porque no tengo el número de los padres de Alice, decido llamar a Mattew.

—Matti —saludo cuando escucho su típico “Hola, pequeña”

Le cuento lo que ocurrió y que debe avisarle a sus padres y cuelgo. Levanto la vista y observo a Jay acercarse visiblemente más calmado.

—Hay que hablarle a los padres de Alice — le aviso.

— Ya lo hice — suspira resignado.

Me pongo de pie y le marco a Charly.

—¡Hi! — Exclama alegre.

— No tengo buenas noticias.

—¿Qué? ¿Qué ha sucedido?...Zack Jesús, detente.

—Alice sufrió un accidente —sollozo. Hablamos unos segundos más y ella decide que viene Lara acá.

Ay, Charly siempre tan intensa.

Regreso al pasillo y están todos ahí incluyendo a Jeicob.

—Charly viene hacia acá —comunico y todos me observan atónitos, Axel niega.

—Ella siempre toma decisiones precipitadas. — Gruñe Axel.

En ese mismo momento sale una enfermera algo agitada.

—¿Familiares de la señorita Carson?

Rápidamente todos nos ponemos de pie y murmuramos “Nosotros”.

—Aún no ha reaccionado. Tiene minucioso signos vitales y el bebé está visiblemente bien. Esperemos su reacción y nos comunicamos con ustedes.

—¿Cuándo podremos verla?— Cuestiona Jayden más esperanzado.

—Cuando despierte. — Jay se altera y le grita mientras yo solo trato de calmarlo.

Cuatro horas más tarde—porque si estoy muy nerviosa y he contado las horas que tenemos aquí—, se encuentran los padres y los amigos más cercanos a Alice esperando respuestas junto a nosotros.

Vemos al doctor acercarse con una máscara de frialdad inmensa.

A veces tengo el pensamiento de que algunos doctores son como robots; no sienten y es estúpido porque sé que son seres humanos y por naturaleza saben lo que es el dolor.

—¿Quién es el padre del bebé? —pregunta antes de poder alguno decir una palabra.

—Yo—susurra Jay y todos entramos en tensión, angustia y dolor al escuchar sus próximas palabras.

—La joven ha empeorado, tanto su vida como la del bebé corren peligro, debemos intervenir si queremos salvarlo o salvar a la joven. Usted decide.

Jay toma de su cabello frustrado y enojado, lo entiendo ésta es una situación por demás difícil.

Aprieto los ojos para retener las lágrimas, siento un vacío en el pecho.

—Hace...un rato... Usted dijo que estaba todo bien. — murmura con voz queda Jayden.

—Los sentimos mucho pero los estudios han arrojado estos resultado y la joven tiene una contusión, varias quebraduras en sus costillas y una perforación en un pulmón debido a un cristal.

Es tan aberrante todo esto.

Jay firma unos documentos donde accede a la intervención del embarazo bajo los gritos del padre de Alice.

—Ni se te ocurra fimar por salvar ha ese bebé, la vida de mi hija es más importante —gruñe el padre de Alice.

El doctor se retira y volvemos a estar en una angustia desesperante.

Horas más tarde habló Charly comunicandome que no encontró vuelo y saldría esta madrugada.

***

Todavía quedan esperanzas.