Amor adolescente.

Capítulo 3.

Alisson llegó a su primera clase junto a Cloe, para después encontrarse con Kristell. Era una fortuna para Alisson que sus dos mejores amigas estuvieran en su misma clase. Una hermosa coincidencia que había dejado de serlo cuando se enteró de que Evan también estaba en su mismo grupo. Sin embargo ahora no estaba muy segura de si agradecía o no convivir tanto con él.

No estaba segura de si quería verlo o no. Ya no era porque lo "odiara" como creía hacerlo antes. La razón era que estaba terriblemente confundida. Lo había confirmado hoy cuando cruzaron miradas y entendió que Evan hablaba en serio. Nunca dudó de que no hablara en serio pero poder verlo en sus ojos había sido algo completamente distinto.

Y ella, ella ya no sabía lo que quería. Después de meditarlo todo el día de ayer, había llegado a la conclusión de que Evan le gustaba. Se sentía tonta y contradictoria. Pero ahora que ponía las cartas sobre la mesa no podía negarlo más. Había algo en él. Siempre hubo algo en él, pero nunca se permitió aceptarlo y ponerlo en palabras.

No es cómo si ella hubiera tenido mucha experiencia en las relaciones amorosas después de todo. Jamás había tenido novio, y eran muy pocas las personas que lograban llamar su atención. Jamás nadie había estado enamorado de ella. Además de que ella y Evan nunca habían compartido una conversación como tal. Ella siempre fue muy cerrada y había evitado cualquier interacción con él y en cierta manera lo seguía haciendo. La prueba era cuando lo evitó esa mañana en vez de acercarse a saludarlo.

¿Qué tonta, no? Evitando hablar con la persona que te gusta, muy bien Alisson.

Y es que estaba desesperada. Quería sacar todos esos pensamientos y emociones de una vez. Quería dejar de sentirse tan mal y confundida. Sin embargo viendo la cara de Evan por todos lados no la ayudaba a en absoluto. Aunque tampoco quería que él se alejara de ella, ni quería volver a alejarlo. ¿Quién la entendía?

—¿Ya puedes contarnos qué pasó ayer entre tú y Evan?—preguntó Cloe y Alisson frunció el ceño.

—¿Y tú cómo sabes que pasó algo? Estoy segura que tienes algo que ver en todo esto —le reprochó rápidamente.

—Te recuerdo que yo lo sé todo, y además es bastante obvio —respondió petulante.

—¿Qué quieres decir? —cuestionó y sus dos amigas rodaron los ojos.

—Solo alguien que estuviera ciego y tonto, no se daría cuenta de lo que él siente por ti —dijo Kristell.

—Gracias por el apoyo chicas —contestó sarcásticamente —. Yo jamás lo supe hasta que ayer Evan me besó inesperadamente.

—¡¿Te besó?! —esta vez ambas, Kristell y Cloe gritaron casi al unísono haciendo que todos voltearan sus rostros hacia ellas.

—Si, ¿podrían bajar al voz? Lo único que me falta es que todo el mundo se entere.

—Como dijimos antes, y como veo que tu necia cabecita no logró captar —se burló Cloe —lo repetiré, todo el mundo ya lo sabe —informó negando con la cabeza —. Solo tú vivías en la ignorancia tratando pésimo al pobre de Evan y no entiendo la razón, Evan tiene todo lo que una chica podría desear, jamás te ha hecho nada malo, ¿Por qué lo haces Alisson?—el tono de desaprobación en la voz de Cloe hizo sentir culpable a la rubia.

Esos eran los momentos en que la poca paciencia que tenia Cloe era consumida y deseaba plantarle un buen golpe a su amiga para que por fin reaccionara.

—Tu no entiendes, estoy confundida, no sé lo que siento, no sé lo que quiero —dijo con frustración —pero tampoco quiero seguir cometiendo los mismos errores que cometí antes con él —confesó con voz incierta sintiéndose bastante estúpida.