Amor adolescente.

Capítulo 10

   Capítulo 10.-Amor adolescente.

Habían pasado varios días en que Evan seguía huyendo de Alisson, muchas veces era imposible hacerlo pero con un esfuerzo sobrehumano logró no quedarse a solas con ella, y él más que nadie sabía lo terriblemente difícil que era eso.

En primer lugar, él sabía que con sus rechazos y sus tontas escusas la lastimaban, con su "Hoy no podré pasar por ti", y su "tengo que irme con Eliotte, nos vemos luego" solo hacían que ella se confundiera y técnicamente se sintiera mal.

En segundo lugar, ¿Qué pasaba con él?, era él quien sabía que eran medios hermanos algo que le dolía en el alma, era él quien tenía que rechazarla y decirle que lo mejor era terminar, era él quien se estaba muriendo por dentro y por fuera tenía que disimular. Lo hacía muy bien, o quizás no tanto porque cada vez que la veía algo dentro de él se fusionaba y se retorcía.

La quería de nuevo, la quería en sus brazos, la quería cantando las canciones que él le componía. Solo la quería para él, era un egoísta que no le importaba nada, no podía dejar de amarla, eso era imposible. 

¿Acaso era enfermo el pensar en ella de esa manera? ¿Querer estar a su lado sin importar nada?

Quizás si o quizás no, no era su culpa porque al fin y al cabo se había enamorado de ella cuando pensaba que no eran nada, más simplemente vecinos y compañeros de colegio. 

Ese día en particular, Evan llegó casi veinte minutos retrasado a clases. Ese día nuevamente había visto desde su ventana a Alisson salir mientras le mandaba un mensaje de que no podía pasar por ella, le dolió en el alma ver su hermoso rostro triste y confundido, ya habían pasado varios días desde la conversación con Eliotte y él no se animaba a terminarla.

Sabía que ella se debió de haber sentido mal, pero no podía hacer nada, sinceramente ya no había nada para salvar su relación.  Las cosas habían tomado rumbos diferentes a como él se lo había imaginado, él graduarse a su lado, ir a la misma universidad, seguir siendo novios, y quizás algún día si las cosas iban bien llegarían hasta casarse. Pero eso ya estaba tan lejos de sus expectativas, tan lejos de que algún día pudiese ocurrir.

Miró al cielo, que se veía blanquecino y pesado, se veía igual que él. En un estado terrible, a punto de descargar todo lo que guardaba dentro de él. No quería ir al colegio, no quería ver a Alisson, no quería seguir viviendo. Quizás sus palabras sonaban un poco drásticas pero cualquiera que sufriera un desamor lo comprendería. Y este era un desamor mucho pero que cualquier otro, enterarte que él amor de tu vida es tu hermana, no se lo deseaba ni a su peor enemigo.

Había demorado demasiado en ducharse, vestirse y en hacer lo de cada mañana. Estaba demasiado desconcentrado, estaba enfadado, tenía tantos sentimientos revueltos como un huracán que destrozaba todo a su paso.

Ya no era ni rastro del Evan que fue alguna vez, ahora solo parecía un muerto en vida, como un zombie que caminaba más por instinto y no con ánimos de sonreírle a la vida.

Y más por el rencor que  corría por sus venas y sumándole todo el odio que había acumulado hacía su madre. Trataba de todas las maneras posibles de no verla ni toparse con ella lo cual era absolutamente difícil ya que vivían bajo el mismo techo. Y su madre parecía conformarse con eso, no lo presionaba ni nada, aunque a cada oportunidad que tenía le preguntaba si ya había terminado con Alisson, y  por supuesto solo recibía una mírada fulminante por parte de su hijo.