¡Pepe! - Jalonso Villanela

Tres

PROYECTOS Y OPORTUNIDADES.

Jos se encontraba camino al instituto, se le había hecho tarde, como siempre. Apresuro su paso al mirar la hora en su celular y notar que faltaban solo cinco minutos para que el timbre de inicio de clases sonara.

Se relajó una vez que cruzó la entrada y comenzó a caminar mas tranquilo hacia su casillero, estaba tranquilo acomodando lo necesario cuando escucho la voz que no podía salir de su mente aunque quisiera.

Por molesta, pff, claro.

— ¡Hola Pepe!

— Dios, Villalpando, ¿porque siempre estas feliz?

— Porque tu me heces feliz —murmuro Alonso, para su suerte, Miguel no escucho.

— ¿Eh?

— Na-nada —la campana sonó— ¡Vamos a clases!

A Canela no le quedo de otra que seguir al pequeño rubio, a veces detestaba ir en el mismo salón que el, era tan molesto. Todo de él le molestaba.

La forma en que caminaba dando pequeños saltitos le molestaba.
Su estupida sonrisa que nunca se iba aunque lo tratara de la fregada, le molestaba.
Ese estupido olor dulce que siempre tenía, le molestaba.
Esa maldita manía que tenía de llamarlo por aquel apodo, le molestaba.

Y sobre todo aquella cosa que hacia que no pudiera salir de su mente le molestaba, como odiaba eso.

Entraron y cada quien se sentó en su lugar, casi después el profesor llego.

— Como saben, este bimestre esta por terminar y si quieren una buena calificación deberán entregar el proyecto final, trabajarán en parejas que yo escogeré.

Entre sus tantas carpetas, saco una hoja donde tenía anotados los nombre de todos en esa aula.

— Hernández y Martínez, Estrada y Gómez, Pacheco y Villarreal, Gonzales y Leyva...

Y así, siguió nombrando uno por uno hasta que al final nombro a Alonso con la persona que tanto quería que le tocara.

— ...Y por ultimo, Villalpando y Rivera.

«¡Yes! Gracias por tanto perdón por tan poco», pensó Alonso mirando el techo.

«Esto tiene que ser una broma» pensó, por el contrario, Jos recargando su cabeza en sus brazos sobre la butaca

(...)

— Te juro que ese chico va a terminar sacándome canas verdes, Bryan! —Jos abrió su casillero.

— No entiendo porque tanta violencia con el chico, yo conozco a Alonso y es buena onda el vato —imito su acción.

— Pero a ti no te purrrrga la existencia —hablo recalcando la erre.

— ¿Que persona en este mundo dice purga? —se burlo de su amigo

— ¡Yo, chingado! ¡¿Y? ¿Algún pedo?!

— Tranquis, tranquis, vamo' a calmarno ¿ahora que paso?

— Pues...

En clase...

— ¿Lo hacemos en tu casa o en la mía? —pregunto Alonso una vez que Canela volteo a verlo.

— ¿Que?

— ¡El trabajo! —aclaro al malpensar sus propias palabras, cosa que le pasaba muy seguido— ¿Nos juntamos en tu casa o en la mía?

— No lo...