capitulo 20 la gallina de los huevos de oro

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Aun estaba en shock nunca me había hablado de una hermana dijo que tenía solo hermanos y una obsesión por la letra A pero estaba más que segura que no había hablado de una hermana ¿Por qué la mentira? La estúpida mentira que tengo un letrero que dice miénteme pegado en la frente. Volvimos a casa a cambiarnos para la noche Ann me prestó un vestido con la espalda descubierta y con todo cubierto de encaje me peine con una trenza de lado con cabello suelto y me rice las puntas, me puse los tacones negros con detalles dorados que me había prestado Ann.

Mientras me maquillaba comencé a gruñir — su hermana ¿por qué rayos me oculto que tenía una hermana? Las hermanas son tan normales como los hermanos no son duendes u ogros son mujeres hermosas inteligentes, valen incluso más que los hermanos— Mire el espejo con el que al parecer tenía una seria conversación desde hace un rato — ¡genial! Ahora hablo con mi reflejo.— Me termine de arreglar al final solo me delinee los ojos mucha mascara de pestaña rubor y brillo labial eso era todo lo que me había puesto, me vi en un espejo de cuerpo completo mis piernas se veían bronceadas y largas, el vestido ceñido mostrando curvas grandiosas estaba muy bien vestida para la ocasión

La puerto sonó dos veces— Jen ¿estás lista?

Hablando del rey de los imbéciles —un segundo— me mire por última vez en el espejo.

Cuando abrí la puerta me encontré con un Adam con el cabello ligeramente peinado con una camisa de botones que se le ajustaba a los hombros y al pecho con las mangas remangadas sobre los codos y sabía a la perfección que esa camisa nunca se vería mejor unos pantalones de vestir negros con zapatos pulidos y una de sus sonrisas a juego al estilo rompe corazones mostrando uno de sus sexys hoyuelos mis rodillas fallaron al sentir la colonia de hombre.

La perdición de las mujeres en carne y hueso.

Señor deme fuerza para poder terminar bien la noche, no me dejes caer en los encantos de Adam, Amen.

Se aclaro la garganta trayéndome a la realidad —Jen...— trago fuerte— te vez muy bien.

Mierda mostro sus dos hoyuelos.

—gracias— lo mire de arriba abajo— tú no estás mal

Esa era la mentira más grande del mundo se veía mejor que un modelo Adam tenía el físico por el que los modelos venderían su alma para tener, se veía tan bien así pero en lo personal lo prefería sin camisa. Me encamine hacia las escaleras me tomo del codo y me sostuvo contra la pared dejando solo un pequeño espacio entre nosotros. Fijo las manos a los lados de mi cabeza para que no me moviera, el corazón se me quería salir del pecho y mis piernas estaban a punto de flaquear. — te iba a contar de mi hermana

El olor de su colonia me mareo.

— ¿Cuándo... Dos segundos antes de conocerla?

Frunció el seño —cuando solucionara mis problemas con ella— su voz era gruesa y molesta.

Puse una mano en su pecho firme— información de último minuto Daniel's: todos tienen problemas con sus hermanos.

Sacudió la cabeza— no le había hablado a mi hermana en dos años— sus ojos se volvieron tristes—ella piensa que embarace a una de sus amigas.

Mi mandíbula cayó al piso, trate de formular una oración pero no podía, el había dejado embarazada a alguien, me gustaba un chico que había hecho lo mismo que mi padre había hecho conmigo trague con fuerza el nudo de mi garganta y no pude mirarlo a los ojos. Estúpida estúpida estúpida estúpida, como alguien tan promiscuo como Adam no había embarazado a alguien.

ADAM el defecto mas perfecto... En Edición. Where stories live. Discover now