capitulo 27 León.

4.5K 270 8
                                    


Los días siguientes decidimos hacer las cosas más lentas entre nosotros o al menos eso intentábamos, cosa que era muy difícil ya que al parecer estar fuera del espacio vital del otro era casi imposible, seguía pasando algún tiempo en su departamento pero no me quedaba a dormir, pero a Adam al parecer no le llegaba el memo que decía que quedarse a dormir no era una opción muy viable ya que se quedaba a dormir algunas noches a la semana gracias a alguna excusa, de no ser porque se quedaba a dormir en mi casa lo estábamos haciendo más que bien.

— Sam.

— Jen— dijo imitándome.

— sal ahora de la bañera.

— cinco minutos más.

Negué con la cabeza y saque el tapom de la tina.

— Jen no.

—Dijiste lo de los cinco minutos hace treinta minutos ahora sal o te vas a resfriar— la envolví en una toalla suave mientras hacia un puchero, pero no caía en ese juego desde que tenía dos años.

La vestí y le seque el cabello con una toalla mientras risos caían por todas partes cuando le pase el secador y reía porque le hacía cosquillas en la nariz, le puse unos pantalones y una camiseta cómoda con sus botas favoritas.

Bajo las escaleras y corrió hacia la cocina para tomar unas galletas mientras se sentaba en el sillón a ver alguna caricatura, me deje caer en uno de los sofás mientras ojeaba una revista de cocina, la risa de Sam era lo único que se escuchaba en la casa eran cerca de  las dos de la tarde cuando mi teléfono sonó.

—Hola— dije mientras revisaba el refrigerador para pensar en que preparar para cenar.

— Hola nena— dijo Adam con voz divertida.

Me encantaba cuando me decía así, no sabía porque pero había algo de diversión en su voz cuando me llamaba así.

— ¿Qué tal el trabajo?— pregunte despreocupada mientras le daba una mordida a una manzana.

— Paso por tu casa en quince minutos.

— ¡hey tigre!— dije mientras tragaba rápidamente el trozo de manzana— Sam está conmigo.

—no hay problema lo que tengo planeado es acto para todo público— dijo en tono divertido.

No pude evitar reírme, no sabía cómo pero Adam era divertido a su manera, egocéntrica y narcisista manera, pero a la manera de Adam y me encantaba, además con el tiempo las sorpresas de Adam me parecían cada vez más emocionantes no podía entender como hacía para sorprenderme con tanta naturalidad.

— ¿Qué vas a hacer?

—una sorpresa pero no te pongas nada que no quieras ensuciar—murmuro algo sobre unos documentos— te quiero Jen.

Sonreí— también te quiero Adam— colgué sonriente, si me encantaba Adam más de lo que debería pero no podía evitarlo era como si lo conociera de toda una vida y estar a su alrededor fuera lo más cómodo del mundo, tenía un nudo en la garganta y lo trague con fuerza, no entendía cómo pero estaba desarrollando un sentimiento tan grande por Adam que me estaba asustando a mí misma, sentía que me estaba volviendo dependiendo de Adam y no quería eso, no quería complacer a nadie, quería complacerme a mí.

No sabía por qué o debido a qué pero estaba dudando, no sabía si estaba dudando de Adam o de mí o de lo nuestro pero de igual forma estaba dudando.

Me cambie el vestido de verano que tenia por unos pantalones cortos y una camiseta sin mangas y unas vans, baje y Sam seguía viendo riéndose de algo que Tom le había hecho a Jerry, en definitiva cosas que no pasaban de moda y Tom y Jerry era una de esas cosas, me senté junto a ella.

ADAM el defecto mas perfecto... En Edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora