DJ OTABEK ¡! (OtaYuri)

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—¿Sabes? ¡Me pregunto si esta temporada será tan divertida como me la estoy imaginando! —Una emocionada Mila gritó a su lado. Yuri intentó evadir el molesto sonido de su chillona voz en sus oídos, casi rompiéndole los tímpanos. Rodó los ojos y desvió la vista de su "amiga" para la ventana del autobús. El invierno comenzaba a derretirse, dejando paso al cálido sol de la mañana, pero con la nieve aún sobre el suelo. Debía ser precavido cada vez que saía de casa, si no quería resbalarse con el hielo del pavimento.

—¿A qué te refieres? —Le preguntó. La pelirroja suspiró entusiasmada, como si hubiera estando esperando aquel momento para hacerle el discurso que le explicaría el motivo por tanta repentina emoción.

Y en efectiva, eso hizo.

—Verás, si no lo sabías, Georgi me consiguió entradas VIP para las fiestas de primavera y verano. ¡Este año pincharán muchos DJ's y no puedo perdérmelos! Hay una fiesta este sábado, será como la ¨bienvenida¨ a la temporada de primavera. Pincharán bastantes DJ's durante la noche, pero aun no sé sus nombres. De todas formas, ¡estoy tan emocionada! —Yuri puso los ojos en blanco. Se imaginó a su abuelo regañándole por hacer eso. Mila no dejaba de suspirar, irritándole. Cuando dejó de suspirar como una colegiala acosadora, se giró hacia Yuri, como si la mejor idea hubiera venido a su cabeza—. ¡Yuri! ¡Deberías acompañarme!

—No me gustan los lugares con mucha gente —Respondió. Sin embargo, Mila no lo estaba escuchando. Se encontraba tecleando a toda velocidad sobre la pantalla de su móvil.

—Georgi dice que estará bien que me acompañes a la fiesta —"Demonios"—. Pero, necesito conseguirte una identidad falsa. Verás, sigues siendo ilegal para la sociedad.

—Cállate de una vez —Yuri puso sus brazos en jarras y pretendió ignorar a su compañera, girándose en el estrecho asiento de la ventanilla—. No me interesa ir a tu patética fiesta de adultos necesitados y sudados. La música electrónica es una porquería.

—Oh, Yuri... —Mila volvía a suspirar. "Qué irritante"—. Eres tan pequeño y tan gruñón que no sé donde te cabe tanto odio al mundo.

—No odio al mundo. Solamente me irrita que hayas hecho planes sin siquiera preguntarme...

—¡Pero claro que te pregunté! —"No, no lo hiciste"—. Y sé que aunque hayas puesto una cara del asco, quieres ir con todas tus ganas. Yo lo sé, a mí no me engañas.

Yuri suspiró. Mila era muy irritante.

—Es más —"¡Cállate de una vez, vieja bruja!"— Te enviaré los datos del evento.

Una especie de click sonó en el teléfono de Mila, haciendo que desviara enseguida su mirada desde Yuri hacia su adorado aparato. Tecleó la pantalla nuevamente y volvió a observar a Yuri, con los ojos destellando.

—¡Oh, Yuri! ¿Sabes quién pincha el sábado? ¡Otabek Altin!

"¿Y quiénmierda es ese?"

—Tiene nombre de estúpido.

—¿No lo conoces? —"No, y no me interesa"—. Ay, ¡qué crimen! Él es tan guapo.

—Mila, sé que andas necesitada porque rompiste con ese mánager barato, pero no te hagas ilusiones con un DJ...

—Te mandaré una foto. —Continuó, ignorando el comentario del rubio. Movió los dedos sobre la pantalla y Yuri solo pudo ver la frase sending sobre ella hasta que su celular vibró.

"Mila Babicheva te ha mandado un archivi: Otabek.jpg"

Yuri, disgustado, presionó el botón que mandaba "Abrir archivo"