Capítulo 21

1.3K 70 1
                                    

Vanessa

Estábamos en un restaurant muy lindo comiendo y riendo como cada vez que estaba con él. Todo iba perfecto, estaba tomando una confianza muy buena con él, me hacía dársela hasta que vibró mi celular. Qué raro pensé, quizás sea Cindy o Bella. Pero era un número desconocido.

*Te encontré mi querida putita. No creas que he bromeado contigo. Vuelve a trabajar en la semana o tu noviecito y hermanos quedarán fuera. Besos.*

Era Gabriel. Era obvio. Mi respiración comenzó a fallar y no podía dejar de leer el mensaje, hasta que reaccioné sobre el que nos habría encontrado. Comencé a ver hacia todos lados pero no había nadie afuera, sólo autos estacionados a unas cuadras y gente dentro del lugar. Esto no podía ser posible, yo no le he hecho nada, además renuncié con muy buenos términos, él fue quien se enfureció. ¿Ahora qué haré? Ya es segunda vez que me amenazan con mis hermanos, y no puede ser, tampoco puedo arriesgar a Gustavo en eso. Necesito escapar. Hablamos ciertas palabras con Gus y prácticamente corrimos hacia su coche en donde dejé caer silenciosas lágrimas de angustia mientras Gus aceleraba y doblaba por todos lados hasta que estacionó. Querrá saber que pasa, y no quiero hablar, pero él merece una explicación.

-No..no...Gabriel...tú no sabes...yo no creí...ahora viene por mí –hablé rápido, no lograba formular una frase, tenía un nudo en la garganta.

-Haber... ¿quién es Gabriel? ¿Qué no le has creído? Y ¿qué jodidos te ha dicho para que te pongas así?- Gus temblaba, podía verlo en sus manos. Maldición esto es lo que no quería. Yo soy un monstro con muchos miedos y problemas, él no puede estar con una persona así, no puede elegir a alguien como yo para ayudarlo en sus problemas cuando ni yo misma sé resolver los míos.

-Gus – respiré- debes alejarte. Gabriel es mi jefe y el día en que renuncié...me ha amenazado pero no le he creído, era estúpido. Pero era cierto –respiré- Gus él es peligroso, y no puedo arriesgar ni a ti, ni a mis hermanos.

-No Vanessa, no. –Agarró mi cara con sus manos- No te dejaré sola. Estaré contigo.

-Gus no por favor- lloré- no quiero hacerte daño.

-He dicho mi última palabra Vanessa y no me harás cambiarla- dijo serio.

-Entonces perdóname desde ya –sollocé.

-No cariño, tranquila- me abrazó- vamos yo te ayudaré. Lo denunciaremos y tú y tus hermanos se irán conmigo a vivir, está dicho.

-¿Qué? Gus, no no para – me alejé- No puedo, estos son mis problemas no los tuyos.

-Desde que aceptaste mi trato, tus problemas también son míos. O ¿acaso no habéis leído la letra chica?- sonrió.

-No Gus, es que tú no entiendes. Gabriel puede llegar a tu casa y no me lo perdonaría. – rogué.

-Nada de eso hermosa-volvió a acariciar mi mejilla- yo te ayudaré y no te negarás. Déjame hacerlo, por favor.

Lo miré tendido, sus ojos aún irradiaban miedo sobre lo sucedido y... ¿cariño? No, eso no puede ser posible, quizás yo pueda estar confundida con ciertas cosas con él, pero Gus no puede sentir cariño por mí, ni siquiera lo merezco.

-No creo que sea buena idea Gustavo, lo digo enserio.

-Piensa en tus hermanos Vane, estarán seguros en mi casa, hay cámaras por todos lados y contrataré seguridad si es necesario- insistió. Sé que no parará de insistir asique creo que no me queda de otra que aceptar.

-Está bien Gustavo, nos iremos contigo, pero sólo unos días ¿está bien?

-Acepto. Ahora vamos sonríeme y vamos a denunciar a este tipo y lo demás.

Nos acomodamos en los asientos luego de recibir un beso en la frente por parte de él y emprendimos viaje hacia la comisaría mientras mensajeaba a Bella y Cindy de que debíamos hablar un tema serio.


Inferno [En edición]Where stories live. Discover now