Capítulo 50

991 49 0
                                    

Vanessa

Otra vez volvía a sentir sus labios. Otra vez volvía a sentir esa sensación de estar en el cielo, sus labios se unían perfectamente a mí, y yo no quería soltarlo ni separarlo, no quería terminar ese momento.  Lágrimas aún caían por mi rostro, pero ahora de felicidad.

Separamos nuestras bocas finalmente por obligación, y vi sus ojos, brillantes, más claros y más hermosos que nunca.

-Vanessa- cerró sus ojos de nuevo- te amo, nena.  No me dejes más, ¿bueno?

-Gus- suspire- no te dejaré,  pero necesito saber muchas cosas.

-Sí cariño, tranquila - tomó ahora mis manos entre las suyas- sólo no me dejes. 

-Está bien- Sonreí.

- ¿ Vanessa? -miró hacia abajo.

-Dime...

- ¿Me contarías lo que sentiste todo este tiempo? - preguntó.

-Es algo incómodo Gus- qué vergüenza. ¿Ahora qué le digo?  Claramente la verdad, pero ¿le diré "me di cuenta que me gustabas cuando te vi llegar horas después de haber estado con otra en la cama"? Suena algo cruel para ambos de recordar, pero es la verdad.

-Vamos nena,  dime- volvió a hacerme cariño con sus manos nuevamente.

- ¿Recuerdas ese día en que llegaste tarde? -le dije mirándole a los ojos. -días anteriores había estado sintiendo algo raro,  pero justamente esa tarde anterior... yo... -tragué saliva. 

-Tu....

-Iba a decirte todo Gustavo, iba a decirte muchas cosas. Lo que sentía,  que te quería, que no me iba alejar... Pero tu desapareciste esa tarde,  intenté llamarte muchas veces y no respondías así que llamé a Drew, y él me ayudó a buscarte-suspire-  me quedé dormida sin darme cuenta hasta tuve una pesadilla, pero cuando llegaste ya había despertado y me relajé por un momento, pero al ver tu cara y la de Drew supuse que algo había pasado. 

-Ese día también te enteraste de que no era verdad que querías que fingieras,  y que sólo fuí un estúpido haciéndote creer una historia de un chico que necesitaba cierta ayuda sexual- rodó los ojos- debí decirte la verdad desde un comienzo.

-Sí Gus, además quizás si hubiera aceptado salir contigo, quizás con algo de desconfianza al principio pero hubiera aceptado, y ya conoces a Cindy, me hubiera obligado.

-Ya sé- rió- fui bastante estúpido, y se me ocurrió algo más estúpido. Cambiando de tema- me miró- ¿qué soñaste esa noche?

-Cosas del pasado Gus- me encogí de hombros- sin importancia.

-No Vane, dime...

-Permiso- giré mi cabeza y era el doctor- vengo a ver a usted caballero- habló serio.

-Por supuesto- me paré de la camilla.


Gustavo

-¿Cómo te has sentido estas últimas horas?- dijo viendo su tabla con información mía.

-Bastante bien- respondí mirando viendo a Vanessa sonrojada por lo que había pasado anteriormente.

-Me alegra muchacho- dejó la tabla en la mesa- ahora necesito que te levantes y me digas si te mareas o no.

Me destapé y lentamente comencé a acercar mi cuerpo a la orilla de la camilla, apoyé mis pies y me levanté. Y una fuerte punzada de dolor vino a mi cabeza de inmediato pero sin mareo, que me hizo cerrar los ojos. 

-¿Estás bien?- apoyó su mano en mi hombro el doctor.

-Sí, sí estoy bien sólo una punzada- respondí abriendo los ojos de a poco nuevamente, y al lado del doctor estaba mi hermosa chica preocupada.

-¿Te sientes listo para volver a casa y no consumir ni una gota de alcohol? Tu sabes que si vuelves  a consumir tendrás que ser internado, porque darás por hecho que no estás en condiciones de dejarlo solo- habló nuevamente el doctor con una expresión más seria aún.

-Sí doctor- alcé la vista- estoy en buenas condiciones de salir y volver a vencer ese vicio, no se preocupe. 

Corrí mi vista y vi a Vane ver su celular con una ligera mueca que no supe descifrar. Alzó su vista topando con la mía mientras el doctor seguía dándome indicaciones que años atrás ya había escuchado, me sonrió.

-Disculpe  doctor, tengo que irme- fruncí el ceño ante tal repentina despedida- vuelvo en un rato ¿sí? no te preocupes- besó mi mejilla y se  fue rápidamente. 

¿Quién le habrá escrito para que haya salido tan apresurada? 

-Como decía...- volvió a hablar el doctor, pero no pude ponerle atención.






Inferno [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora