Fundidos [Dipper x Bill]

¿La mañana siguiente?

Respiración entrecortada, gotas de sudar cayendo por su rostro, no recordaban cuanto llevaban ahí, corriendo por sus vidas, como ratones atrapados en un laberinto.

Bill tambaleó cuando algo le tomó de la camisa y lo jaló hacía atrás, justo en el momento en que cruzaba uno de los callejones.

- Sh...- Fue lo único que salió de los labios del castaño, quien lo atrajo hacia él en un abrazo protector.

Bill se quedó en silencio, observando como un ser alado se paseaba por aquel callejón que quería cruzar. Se arrimó un poco más en los brazos del investigador, para escuchar su ahora acelerado corazón, los latidos rítmicos lograron calmarle un poco, pero no bajo la guardia, siempre a la espera de que aquel "ser" les descubriera.

- Se fue- Susurró Dipper separándose, no sin antes depositar un fugaz beso en los labios del contrario- Vamos.

El castaño estaba por retomar la marcha, cuando sintió como unas suaves manos tomaban su mejillas y algo cálido se fundía con su boca. Por reflejo tomó la caderas del demonio para disminuir los centímetros de distancia entre sus cuerpos y profundizar aquel contacto. Bill gimoteó cuando la traviesa lengua de Dipper tocó su paladar, no tardó mucho en unirse a aquel juego y mezclarse con aquella calidez que nublaba su mente.

Se separaron jadeantes, cuando la falta de oxigeno se hizo inminente, compartieron una mirada deseosa, pero ambos sabían que no podían continuar, no ahí, no ahora.

- La próxima vez que me des un beso sigue mi ejemplo, nunca se sabe cuándo será el último- Susurró.

Dipper sonrió, entendiendo el mensaje, los besos cortos estaban descartados.

Reanudaron su marcha por las desoladas y destruidas calles de Gravity Falls. El fuego se expandía consumiendo todo a su paso, dejando una capa de humo negro que cubría el pueblo, ya nada era igual ahí.

................Flashback (Mirada hacia el pasado) .................

Esa mañana habían despertado juntos, abrazados el uno al otro, en busca de ese contacto tibio y lleno de amor que tanto anhelaban.

Dipper había sido el primero en abrir los ojos y en tratar de levantarse, pero Bill se lo había impedido, enroscándose en su cuerpo como si fuera una serpiente.

- Bill, debo ir a preparar el desayuno- Rió el castaño ante su actitud.

- Cinco minutitos más- Respondió este pegándose a su pecho.

- No creí que fueras de los cariñosos después de tener sexo- Sonrió acariciando su hebras doradas con suavidad.

Bill se acomodo mejor, dejándose acariciar y ronroneando como si fuera un gato.

- Adorable...- Murmuró el castaño, y la idea de quedarse toda la mañana ahí, no le pareció tan mala.

Lástima que el destino era cruel.

- ¡Dipper! ¡¿A qué no adivinas quien regreso de su campamento de verano?!- Gritó Mabel efusivamente entrando a la habitación con un cerdito en sus manos- Pat... - Se quedó muda al ver la escena.

El color rojizo no tardó en instaurarse en las mejillas de ambos y por inercia trataron de cubrir sus cuerpos lo más que pudieron, con las desordenadas sabanas.

- Creó que les dejare solos- Rió la chica nerviosa- Ignoren lo que acaba de pasar- Y sin decir más se fue rápidamente, corriendo escalones abajo.

- Me quiero morir- Comentó Dipper y por primera vez el demonio compartió su opinión.

No tardaron en vestirse y bajar a desayunar, todos estaban ahí, sus tíos, Mabel y su novio. Parecían tener una divertida discusión.