Fundidos [Dipper x Bill]

Favores

El pelirrrojo se escondió detrás de la cornisa de aquel edificio, mientras esperaba que un grupo de personas cruzara la calle, arrugó la nariz, su olfato era incluso mayor al ser un dragón, y esos sujetos apestaban a ángeles. Su olor era inconfundible, una mezcla demasiado dulce de aromas que llegaba a ser empalagosa. Es por esto, que cada vez que tenía la oportunidad se alejaba varios metros de Elena en la cabaña, eso y por haber lastimado a su mejor amigo en el pasado. Los dragones no eran seres rencorosos, al menos no hasta que dañaban a alguien importante para ellos.

Observó por última vez el mapa improvisado del pueblo que le había dibujado Dipper, antes de salir. Solo esperaba que lo que estaba buscando aun estuviera ahí.

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- ¡Jonathan! ¡Jonathan! ¡Subamos a la montaña rusa! - Exclamaba entusiasmado el demonio pelirrojo, mientras daba pequeños saltos de emoción.

- No lo sé... una montaña rusa no es un lugar para niños- Contestó el adolescente mirando al pequeño Daniel.

- No soy un niño- Se quejó este frunciendo el ceño- Y quiero subir.

- Ves, Sock junior es valiente, no le teme a nada- Sonrió orgulloso Sock.

- Me llamo Daniel- Corrigió por décima vez ese día el pequeño. 

- Lo que sea ¿Subimos o no?

Jonathan suspiró.

- Esta bien- Termino por acceder.

- ¡Yeii! - Ambos, Sock y Daniel corrieron a formarse en la fila que los llevaría a su tan anhelado juego.

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- Por suerte estas aquí, necesito hablar contigo- Comentó el castaño sentándose frente a la pelinegra.

Tessa levantó la mirada, enfocándola en el humano. Se encontraba relajada comiendo algunas fresas cuando este apareció.

- ¿Para qué soy buena? - Interrogó con curiosidad. Dipper no se acercaba mucho a ella y cuando lo hacía era para resolver dudas o hablar sobre uno de los tantos planes que se habían llevado a cabo la última semana.

- Dos cosas, tengo una pregunta que hacer y un favor que pedirte.

- Dispara.

- Hace tiempo leí algo interesante en el diario de mi tío ¿Cómo es eso de que un humano vivo puede convertirse en demonio?

La fresa que se encontraba en la mano de la pelinegra cayó abruptamente al suelo.

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- Mierda- Murmuró Niflheim, cuando divisó que el lugar al cual necesitaba entrar estaba siendo usado como refugio para ángeles.

Observó muy bien, contó al menos cuatro de esos sujetos, el solo era uno. Quizás tendría que desistir de entrar y buscar otro lugar que tuviera lo que buscará.

- No- Negó. Esa tienda era única en el pueblo, y salir de este último y encontrar otro lugar parecido le llevaría tiempo, tiempo con el que no contaban esos días.

Divisó un par de barriles de petróleo a unos pocos metros del local, perfecto, utilizaría eso. Todo por su mejor amigo.

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- Olvídalo, es una pésima idea- Habló con seriedad la pelinegra, adivinando a dónde se dirigía la conversación, luego de intercambiar un par de palabras con el castaño- Tu cuerpo humano no lo soportaría.

- Vamos, solo quiero saber si es posible lo que leí- Insistió el castaño.

Tessa soltó un suspiro, Dipper era demasiado insistente.

- Ford se equivoca en algunas cosas en el diario, no cualquier demonio puede hacer la transformación, necesitas un demonio fuerte y con experiencia, y que tenga los ojos dorados, solo un demonio de trato es capaz de hacer tal cosa.

- ¿Tu podrías entonces?

- Te dije que lo olvides, es demasiado arriesgado,  Bill no estará ni remotamente de acuerdo con lo que quieres hacer. Además ya hiciste un trato conmigo y dudo que a Bill le haya agradado, esto será peor. 

- Es por él que quiero hacer este cambio. Se vienen tiempos difíciles y quiero ser capaz de poder protegerlo.

- Discútelo con él primero, si después de eso aun quieres hacerlo, hablaremos, pero no prometo nada- Contestó, parecía reacia a hacerlo, quizás hasta temerosa- Ahora ¿cuál es el favor qué querías pedirme? - Cambio el tema- Ahorra saliva si es sobre lo que ya acabamos de hablar.

- Bueno... en realidad es todo lo contrario, necesito tu ayuda para...

- ¡Los conseguí! - Gritó el pelirrojo entrando en la cocina alzando sus brazos victorioso.

- ¿Qué fue lo que hiciste pirómano? ¿Quemar medio bosque? - Rio la pelinegra al ver la ropa del dragón agujerada y cubierta de ceniza.

- Casi medio pueblo- Corrigió sonriente y se acercó al castaño- Ten, lo que me encargaste. Espero que esto pueda subirle el animo a mi amigo.

- Créeme, lo hará- Sonrió Dipper, mirando la pequeña cajita elegante entre sus manos.

- ¿Qué es lo que se traen ustedes dos? - Interrogó Tessa curiosa.

- Tiene relación con el favor que debo pedirte.

La sonrisa del investigador era misteriosa, pero a la vez inmensamente feliz.

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¿Qué contiene la caja? Comenten sus teorías :3

Les quiere con amorsh, Fénix ;)