Fundidos [Dipper x Bill]

Hades

Lucifer que aún seguía en el mundo humano para reunirse con sus sobrinas, se extrañó de escuchar el tono de llamada de su teléfono, y aun más cuando vio el remitente, Hades nunca lo llamaba, sobre todo porque odiaba esos aparatos, y prefería visitarlo en persona. Contestó.

- James... ¿Qué?

- Escúchame atentó, estoy en tu despacho, pasó algo serio y necesito que vengas enseguida- Su voz sonó imponente como siempre.

- Estaré ahí en unos segundos- Colgó, confiaba totalmente en él, así que no necesitaba una explicación. Cuando la situación era seria, era porque así lo era.

Abrió un portal, y llegó en cosa de segundos. Se extrañó de no ver a Hades ahí, por lo que los brazos que atraparon su cintura y lo atrajeron, le sorprendieron un poco, pero se relajó casi de inmediato al olor aquella esencia tan conocida para él.

- James...- Susurró el verdadero nombre de Hades, soltando un suspiro enamorado, al sentir su calor. Solo él era capaz de sacar lo mejor de su personalidad, estar con él lo había calmado bastante, ya no era aquel Lucifer despiadado, imprudente y caótico de su juventud, seguía siendo fiero, pero ahora pensaba mejor las cosas antes de actuar. Si tan solo no tuvieran que mantener su relación en secreto... ya que James esta involucrado en un casamiento arreglado, que solo se rompería cuando uno de sus hijos subiera al trono.

- Drake- Murmuró este devuelta, besando su cuello con afecto- Tenemos que hablar.

- ¿Tenemos? ¿Entonces no era una excusa para verme?

- En parte si, pero eso no quita la seriedad del problema... ¿Quién te hizo eso? - Cambio el tema preocupado, al ver el corte en su mejilla.

Drake volteó para ver su rostro, se deleitó con la imagen de James, amaba esos ojos azul profundo y su cabello negro como la noche más oscura.

- No es nada, un pequeño altercado con Azrael, el ángel de la muerte, pero lo controle, el salió más herido que yo- Sonrió.

- ¿Azrael? - James pareció alterado por unos segundos- Tu sangre ¿Quedó en su guadaña? - Preguntó rápidamente.

- Eso creo ¿Por?

- Maldición, llegue tarde- Soltó con frustración.

- ¿Qué pasa James? - Preguntó Drake desconcertado, no entendía el comportamiento del otro.

El pelinegro, corrió el abrigo que llevaba de uno de sus hombros, dándole la mejor vista a su cuello, donde un minúsculo pero visible pinchazo sobresalía.

- Sospecho que fue esta mañana, alguien me sacó sangre mientras dormía, ya estoy buscando al causante, pero me llevare un tiempo, primero debo descartar a los sirvientes.

- Entonces mi sangre y tu sangre... mezcladas solo traerían al... por las llamas del infierno, esto no es nada bueno- Indicó cuando unió todas las piezas.

- Exacto, quieren traer a este mundo al dios del caos, Orión.

- Mierda, esto es un gran problema, la ultima vez que Orión vino a las dimensiones solo causó caos y destrucción. Debemos detener a los ángeles, no pueden traerlo a la tierra, o si no, las vidas de este planeta y las demás dimensiones estarán en peligro.

- Debemos organizarnos, y estar preparados para lo que venga. Mis tropas estarán bajo tu mando, a excepción de mis hijos, cuyo poder es inmaduro aún.

- Entiendo, no te preocupes, gracias por el apoyo, yo también moveré a mis tropas, y le comunicare todo lo sucedió a mi equipo especial, quizás ellos puedan detener el ritual, o al menos ejecutar el plan b.

- ¿Plan b?

- Ya lo veras- Sonrió Lucifer, siempre había que tener un As bajo la maga.

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Bill estaba tomando una siesta cuando entró a la habitación. Como siempre, al castaño, le pareció adorable el rostro dormido del demonio. Se recostó a su lado y lo abrazó por la espalda, recargando su mentón en los cabellos dorados de Bill, aspirando ese aroma que tanto le encantaba.

- Te amo... - Susurró, antes de seguir al demonio al mundo de los sueños.

Sin tener la mínima idea de que el destino estaba siendo una perra, que solo les deparara más y más problemas. 

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Final de la maratón :p Actualizo el fin de semana, si voy bien con mi estudios xD

Les quiere, Fénix. 

PD: Sigan dándole a la estrellita ¡Alimenten mi ego! :v