Capitulo 2

9.2K 761 91
                                    


El reloj marcaba las ocho y media de la noche cuando lo mire al salir de la biblioteca, mi mama tenía razón al llamarme "ratón de biblioteca", amaba estar ahí, siempre se me iba el tiempo en ella y cuando me daba cuenta ya era de noche y debía dormir.


-Otra vez en las nubes señor Bieber –dijo la señorita Johnson sobresaltándome un poco, mi profesora de arte-

-Debería tener más cuidado cuando le habla a las personas asi

-¿Por qué?

-Usted no sabe si alguien sufre del corazón y al asustarlo, puede ocasionarle algo

-Bueno, se que usted no sufre del corazón

-¿Cómo lo sabe? –pregunte-

-Soy su profesara señor Christian, tengo el expediente de cada alumno, asi que créame he leído el suyo

-Supongo que vio mis notas –dije orgulloso-

-Las vi –sonrió-, pero lo que no vi es que fuera tan distraído, parecía ser un joven centrado

-Y lo soy

-Con esta van dos veces que lo sorprendo pensando en la nada

-Mi intelecto es muy alto como para andar pensando en la nada señora Johnson

-Pueda que si señor Christian, pero no importa cuanta es nuestra inteligencia, siempre habrán cosas que nos lleven el pensamiento a la nada

-No creo que su palabras estén justifi...


Me quede callado al ver como la luz de un auto paso por mi rostro haciéndome voltear, ahí estaba ella hablando con los hombres que estaba en el auto, se le veía sonriendo, algo coqueta y tan hermosa a la vez.


-¿Por qué no va con ellos? –Pregunto de nuevo sacándome de mis pensamientos-

-No se a que se refiere

-A la fiesta que hacen de inauguración todos los años, van todos los alumnos señor Bieber, usted es un alumno se lo recuerdo es en el campus H

-Lo sé, pero las fiestas no van conmigo

-Tienes veinte años Christian, eres joven, divierte, la universidad no solo es estudiar

-No creo que usted como profesora deba decir algo asi

-No te lo digo como tu profesora, te lo digo como una mujer que paso casualmente por aquí –alce una ceja mirándola serio-, ve Christian, divierte un poco además sé que quieres ir tras ella –dijo mientras vimos como ella se subió en el auto y tomaron camino-

-No sé a qué viene ese comentario la verdad

-A que se te nota a leguas el amor que trasmite tus ojos al verla


Su sonrisa se hizo presente en su rostro y sin más se fue.

Di un suspiro y comencé a jugar con las llaves de mi auto en mis manos... vamos Christian no te dejes llevar por la curiosidad... solo es una fiesta de universidad, nada del otro mundo... pero ella, ella... ¡a la mierda Christian ve!

Camine hacia el estacionamiento y para mi sorpresa mi auto era el único que se encontraba en él, estaba todo vacío, se notaba que toda la universidad estaba en esa fiesta, abrí mi auto y acomode mis libros en el asiento de al lado y tome camino hacia al fiesta.

Nunca me ha gustado este tipo de fiesta y no me mal entiendas, me gustan las reuniones pero esa que haces con tus amigos en la casa de alguno, donde todo es risa, alcohol y momento entre ustedes, estas fiestas son muy diferentes, se vive más el alcohol que otra cosa.

Y si, estaba toda la universidad acá, la música estaba a tope, las botellas de alcohol iban de un lado a otro igual que los cigarrillos y la droga, no puedo creer que esta se una de las fiesta de una de las universidades mas prestigiosas del mundo.


-¡Bieber! –grito Anderson golpeándome la espalda al saludarme-

-Anderson

-¿Qué haces aquí? –Pregunto-, pensé que no vendrías

-Pues me arrepentí

-Es eso o vienes por alguien –dijo riendo, se notaba en su apariencia que estaba algo tomado. Anderson, Michael Anderson era mi vecino en el dormitorio, su habitación estaba al lado de la mía-

-No comiences -dije de mal humor-

-Relájate hermano –rio-, si alguna cosa ella está por allá –señalo cerca de la piscina-


Lo deje solo y seguí caminando hacia esa dirección, pero mi sangre comenzó a calentarse al ver como un imbécil trataba de besarla y alle no se dejaba, mas allá de mi razonamiento y de mis pensamientos a que esto iba a terminar mal mi cuerpo se movió solo y corrió hacia el dándole un empujón de golpe alejándola de ella.


-¡Te dijo que te apartaras imbécil! –grite-

-Christian no –ella temblando trato de sostenerme, pero nada sirvió-

-¿Y tú quién eres? –pregunto el King Kong de dos metros al frente mío-, ¿su novio?, ¿no verdad? –tomo de la mano a Nathalia-, ¡ven!

-Te dijo que la dejaras en paz –grite de nuevo quitándole a Nathalia de sus manos-

-Christian cálmate –me dijo ella algo asustada-

-Ya la oíste idiota, cálmate que ella viene conmigo

-No voy a permitir que te trate asi –le hable a ella-

-Estoy bien ok... Christian yo...

-¿Te vas a ir con el? –pregunte, ella solo sonrió medio triste y alzo sus hombros mientras caminaba hacia el-

-¡Bye, bye imbécil! –Grito el hombre mientras Nathalia trata de alejarlo de mí-


Las personas aún contemplaban la escena, apreté mi puño y salí lo más rápido que pude de ese lugar.

Me senté en el capo de mi auto y tome un respiro sacando mi billetera de mi bolsillo, dentro de ella había una pequeña foto, una pequeña foto de dos niños sonriendo montados en un árbol, la niña tenía una mano alrededor del niño abrazándolo mientras él tenía una sonrisa algo incomoda por tal situación, miraba la foto una y otra vez, en mi adolescencia recuerdo que quería ser fotógrafo gracias a esta foto, amaba como las cosas habían transcurrido, el tiempo había pasado pero los niños en esa foto seguían sonriendo sin que nada cambiara en ella, porque eso es lo bueno de una fotografía, aunque todo cambie, las personas en ella no lo hacen.


-Christian... -su dulce voz se hizo presente en aquel lugar-

-¿Qué quieres?, ¿tu amigo te dejo venir?

-Te venía a dar las gracias por defenderme –me dijo pero mi mirada seguía puesta en el piso, no quería verla, no quería ver sus ojos luego de todo, mi mano empuño más la foto-

-Hice lo que cualquiera hubiese hecho

-Pero tú no eres cualquiera –se colocó al frente mío y con delicadeza alzo mi mentón para que la viera a los ojos-, ¿somos nosotros?

-¿A qué te refieres?

-A la foto, somos nosotros de pequeños, ¿no?

-Eso no importa

-¿Christian somos nosotros? –pregunto de nuevo, di un suspiro y mire directo a sus ojos-

-Si, somos nosotros –respondí y ella sin mas me beso-


Feliz fin de semana personita hermosa que lee esto <3

Con amor, Emily.

Christian BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora