Completamente Enamorados

Capítulo 1: Dolor

Brisa: Papi no sabes lo feliz que estoy de que hayas podido venir!, muero por bailar el Valls contigo (dijo abrazándolo tiernamente mientras iban en el auto rumbo a la hacienda).

Eduardo: Jamás me hubiera perdido las quince primaveras de mi duendecita (dijo con una sonrisa en sus labios y correspondiendo al abrazo de su hija). Eres lo más hermoso que tengo princesa, y aunque tu mamá no está yo siempre voy a estar contigo, esté donde esté (dijo dándole un beso en la frente). Los dos iban conversando como siempre lo hacían, eran muy unidos y a Brisa le encantaban las pláticas con su papá. De repente un fuerte freno del auto los hizo salir del mundo donde estaban. ¿Qué pasa Ignacio? (preguntó al chofer preocupado y abrazando a su hija quien estaba temblando de miedo).

Ignacio: No se señor, algo se atravesó en el camino, creo que fue un animal, disculpe! (dijo encendiendo nuevamente el vehículo).

Eduardo: No te preocupes hombre (dijo con su acostumbrada sonrisa). ¿Estás bien duendecita?

Brisa: Sí papá! (dijo sonriendo).

Iban los tres muy entretenidos cuando un vehículo los impactó por detrás y una lluvia de de disparos cayeron sobre el coche.

Eduardo: Brisa, bájate hija, no levantes la cabeza (dijo cubriendo el cuerpo de su hija). Ignacio qué pasa (preguntó aterrorizado).

Ignacio: Señor, creo que es un asalto (dijo intentando esquivar los proyectiles mientras manejaba).

Brisa: Papá, tengo miedo! (dijo aferrándose a la pierna de su padre y llorando aterrada).

Eduardo: Tranquila hija, escúchame bien, pase lo que pase, no levantes la cabeza (dijo preocupado). Ignacio, por favor acelera (gritó desesperado, tenía mucho miedo de que algo le pasara a su hija, sabía que los caminos hacia la hacienda eran peligrosos y que solían aparecer Vándalos que asaltaban a los campesinos que llevaban las mercancías a vender a la ciudad). Ignacio, Ignacio (llamó a su chofer y al ver que no contestaba, se dio cuenta de que lo habían herido y que nadie conducía el auto). Demonios! (dijo preocupado, trató de llegar al asiento del conductor y tomar el guía, pero una bala alcanzó su pecho y calló encima de su hija).

Brisa: Papá! (gritó llorando al ver como el peso de su padre caía sobre ella).

Eduardo: Te...a..amo duen..duendecilla (dijo con dificultad apagándose su vida por completo).

Brisa: No papá, papito despierta! (en ese instante el auto se volcó dando varias vueltas en el camino, haciendo que Brisa saliera  proyectada por una de las puertas y quedando con la mitad del cuerpo debajo de lo que quedaba del auto).

Rato después.................

Gloria: ¿Dónde están? (dijo entrando por los pasillos del hospital, estaba desesperada por no saber cómo estaban su sobrina y su cuñado). Señorita por favor, soy la tía de Brisa Albéniz, nos avisaron que el auto en que venían ella y mi cuñado tuvo un accidente, dígame como están? (dijo desesperada).

Lucrecia: Por favor hable!, dígame como está mi cuñado (Gloria la fulminó con la mirada, ni en un momento como ese demostraba un poquito de interés por Brisa).

Enfermera: La niña la están operando señora, llegó en muy mal estado, lamentablemente su cuñado......

Lucrecia: Mi cuñado qué? (preguntó desesperada), hable!