Rafaela (Niall Horan)

Capitulo 11: Tina

No salí de mi cuarto para nada. Ni si quiera para almorzar. Sentí tres golpes en la puerta.

- ¿Quien? - Pregunté

- Rafaela, soy Tina, por favor déjame entrar- Prácticamente me abalance sobre la puerta.

Cuando abrí la puerta Tina pasó y dejo una bandeja de comida en mi escritorio. La mire y me extendió sus brazos. Tina era la ama de llaves de mi casa, ella era la única que algunas veces me entendía. Ella trabajaba en mi casa desde que Fefe era bebé.

- Prométeme que no saldrás mas de vacaciones - Le dije arrojándome a sus brazos comenzando a llorar nuevamente.

- Ay mi niña, sabes que por ti nunca saldría de vacaciones pero tu nana las necesita. Ya, cuenta que pasó, ¿porque estas así?

Nos sentamos en mi cama y comencé con lo de hoy, luego con lo de Niall y por ultimo lo de mamá y Federica.

(***)

Tina ya se había ido, sola otra vez, decidí tomarme una ducha así después bajar y ver la televisión un rato. Tenia la tarde libre ya que los profesores no habían dejado tarea.

Cuando estaba bajando las escaleras el timbre sonó y un sobre se deslizó bajo la puerta. Extraña mire por el visor y no había nadie del otro lado. Tomé el sobre del piso y lo abrí.

"Encontré esto después de que te cayeras en las escaleras. Es un arete muy lindo como para que lo pierdas. Espero que te encuentres bien"

El arete estaba dentro del sobre, lo único malo era que nadie lo firmaba. Me importo poco pues tenia mi aro izquierdo de vuelta. Mack vino a verme, estuvimos hablando sobre bastantes cosas, además hicimos muffins para merendar. Otra cosa que amaba, cocinar, como una vez me dijo mamá "como buena gorda te gusta cocinar". A la mierda. Nos concentramos en la bienvenida de Aitana, se adelanto su vuelo y llegaba mañana por la tarde. Pensamos en ir hasta su casa con su pastel preferido. Amaba el pastel de chocolate que yo preparaba. No dudamos mas y salimos rumbo al supermercado. La mamá de Mack le había prestado el coche así que lo montanos y diez minutos después llegamos.

- Mmm... que te parece M&M's- dijo tomando tres paquetes

- Claro, tu busca las cosas para decorarla, yo lo demás - Nos separamos para buscar las cosas

Fui al pasillo donde estaban las cosas de repostería

- Rafaela, aflójale a los postres - escuché que me gritaban. Me di la vuelta para divisar quien era pero no vi a nadie.

Tomé todo lo necesario y volví con Mackenzie. Fue ahí cuando la vi con Mauricio. La cara de mi amiga no era muy buena. De seguro le reprochaba por lo de la mañana. La historia es así, Mauricio me molesta desde hace dos años, cuando Mackenzie lo rechazo. Parece que le dieron donde mas le dolía, el orgullo, y no tenia mejor idea que molestarme.

- Ya! Supéralo idiota. Estoy con Calum y tu no le llegas ni a los talones. Pobre la chica que se fije en ti. No sabes hacer nada mas que molestar. La próxima vez que te acerques, hables, mires o respires cerca de Rafaela juro que no la pasaras nada bien. ¡LO JURO! - Por eso amo a mi amiga

Mauricio se quedo callado mirando como Mack se dirigía a donde yo estaba.

- ¡Estas advertido! - dijo antes de tomar mi muñeca para dirigirnos a la caja.

Pagamos y nos fuimos. El regreso a casa estaba acompañado solo de la radio. Ninguna de las dos hablaba.

- Rafaela aflójale a los postres - Repetí lo que me habían dicho en en corredor del supermercado

- ¿Que? - dijo Mack estacionando en auto en mi cochera.

- Eso me dijeron en el supermercado y supuse que fue el idiota ese - dije bajando del auto

- Lo sabia, el solo no iba a saludarte, es un imbécil. Lo detesto. - No entendí a lo que se refería con solo saludarme

- ¿Solo saludarme? - pregunté

- Si, pero veo que no. Ahora si va a pagármelas. - Abrí la puerta de la casa, todavía no había nadie.

- Mack, déjalo, no sirve de nada - dije colocando las bolsas sobre la mesa de la cocina 

- Voy a vengarme de tal manera que no querrá ni salir de su cuarto - Su mirada se torno un tanto diabólica al igual que su sonrisa.

Mackenzie tomó su teléfono y marcó a su novio

- Amor, necesito que vengas a la casa de Rafaela, es urgente. Te amo - La llamada no duro nada, decir súper califragilistico espialidoso te llevaba mas tiempo.

- ¿Que rayos planeas? - Pregunté

- Cuando Calum llegue les cuento a los dos - Rodee los ojos y comencé a preparar el pastel

(***) 

Ya había sacado el pastel de la cocina, Calum por metiche se quemo la mano. Mack ya no había contado el plan, realmente era malvada. Para el colmo Calum estaba de acuerdo. El y Mauricio se detestaban muchísimo antes de que Cal saliera con la chica de ensueño de Mauricio (Mackenzie mi hermosa mejor amiga). Ya todo estaba listo, solo faltaba una integrante, Aitana. Después de que ella llegara el plan se iba a poner en marcha. 

Los chicos después de media hora se fueron y yo quedé en la cocina decorando el pastel. 

- Llegué - Grito mamá, veamos que dice - Rafaela! - Volvió a gritar subiendo las escaleras

- En la cocina - Le respondí en el mismo tono de voz que ella utilizaba

- Claro como no lo pensé antes... - Ella creía que no la había escuchado pero si, lo hice

- Que quieres - Dije concentrándome en lo que hacia  

- Esa cosa es puro chocolate, no saldrás por la puerta si sigues así - Tenia ganas de tirarle el chocolate en la cara pero me controlé 

- ¿Para eso me buscas? Mejor vete Lena - No quite los ojos del pastel 

- No, quería decirte que necesito que cocines, vendrá Laura con su esposo en una hora - Al fin alguien agradable en esta casa 

- Esta bien, pero vete - Dije guardando el pastel en la nevera 

Mamá tal vez con Niall haya parecido bueno pero no lo es, bueno si pero a veces. Ella me culpaba por la muerte de papá, siempre me dice que por mi culpa tiene que criar a dos niñas solas y me duele aunque ella no crea. Mamá por poco no es modelo, es como Federica, mejor dicho Federica es como mamá. Las dos esbeltas, no escuálidas. Tienen un cuerpo con curvas pero no exageradas. Lena tiene el pelo color miel hasta los hombros, detesta el pelo largo y yo lo tengo hasta la cintura, o lo que sea que tenga. Solo le faltaba un poco para la perfección, mamá esta en su época adolescente, sale todos los fines de semana al igual que Fefe, digamos que mamá vive la vida por mi.