CAPÍTULO 16

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Después de un par de días en los cuales Alex se mantuvo más alerta que nunca, finalmente tuvo que volver a la rutina Llegó guardando sus cosas en su casillero, Zoey se acercó con él.

—Hey, ¿como has estado?— Preguntó recargándose en los casilleros.

—Estoy bien, un poco tenso— Volteó casi por instinto y al verificar que nadie los espiaba siguió hablando.— Estoy algo paranoico Zoey, siento que me siguen, siento que en cualquier momento alguien sacará un arma y me matará.

—Sólo estás nervioso, muy pronto tendremos que asaltar el edificio y será entonces que todo irá bien— Lo tomó del rostro y lo hizo mirarla fijamente. —Pero necesito que estés completamente concentrado, no te angusties ya pronto acabará todo.

—Eso espero— Sonó el timbre y todos los alumnos comenzaron a caminar hacia sus aulas.

—Debo ir a clases— Miró a distintos lados y abrazó a Alex —Nos vemos.— Se dirigió rápido a su salón.

—Hasta luego— Se quedó meditando unos segundos, Zoey parecía haber cambiado.

—Cielos, eso no me lo esperaba— Comentó una voz conocida a sus espaldas, Alex cerró su casillero y dirigió su puño con rapidez, pero se detuvo en un instante.—Tranquilo amigo, no estoy armado— Se burló Milton.

—Lo siento Milton, he estado un poco nervioso— Se disculpó saludando a su amigo.

—No empieces con tu paranoia criminal, tenemos cosas más importantes de las cuales cuidarnos.

—¿De que hablas?

—Educación física.

—¡Hay carajo!

No había una clase que Alex y Milton detestaran más que la clase de educación física, siempre era tener que hacer ejercicios bastante extenuantes y terminar tan cansado que casi era imposible no dormir en las siguientes clases.

—¿Qué crees que sea hoy?— Preguntó Milton al ver a los demás estudiantes.—Sentadillas, abdominales, o mis favoritos.

—¡Muy bien chicos hoy jugamos quemados!— Anunció el profesor de deporte.

—Creo que serán mis favoritos.— Todos los alumnos se dividieron en dos grupos, la mitad de la derecha eran los deportistas, bravucones, e idiotas; los que adoraban con el alma la clase de gimnasia, pues así podían descargar su instinto animal en los demás. Y de el lado izquierdo, los indefensos, nerds,  cerebritos, y Milton y Alex.

—¿Músculos grandes y cerebros pequeños eh?— Preguntó Milton al ver a sus enormes y bastante descontrolados rivales, Alex se rió sin más.

—¿Que dijiste de mi madre imbécil?— Preguntó Billy, un enorme grandulón regordete de cara redonda, y aparentemente sordo.

—De tu madre nada.— Respondió arqueando la boca y alzando las cejas.
El grandulón bufó y se preparó para lanzar. Ambos bandos yacían preparados para una batalla en la que sólo los más fuertes lograrían vencer.
El profesor sopló con fuerza su silbato y el partido arrancó, Edward, uno de los miembros del equipo de fútbol lanzó con todas sus fuerzas el balón y éste impactó directo en el rostro de un nerd llamado Greg.

—¡Fuera!— Gritó el profesor y el partido siguió. Y aquél chico salió del juego sujetándose la cabeza.

La lluvia de balones siguió durante un par de minutos, en los cuales todo el bando de Alex fue disminuyendo hasta quedar sólo tres.

—Amigo, no voy a poder seguir— Gimoteó tomando de los hombros a Alex.

—Vamos podemos ganar— Esquivó otro balón.

LOS PROTECTORES: Los Nuevos Héroes Where stories live. Discover now