CAPÍTULO 26

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El fresco aire de la noche los cubría por completo, inclusive llegaba a haber algo de frío, tal vez por ello Zoey no dejaba de abrazar a Alex.
Mantenía sus brazos entrelazados, apretando suavemente todo su abdomen, iban a una velocidad alta, pero no al punto de sostenerse para no caer. Alex se sentía de forma extraña, no incómodo ni mucho menos molesto, era algo más, como si el calor que le brindaba Zoey fuera lo más reconfortante que hubiera sentido en mucho tiempo.

Pasaron un par de calles más, y Howard se detuvo, el muelle se divisaba desde donde estaban.

—Milton y yo iremos unas calles más, pero, será mejor que ustedes continúen solos desde aquí —comentó sin quitarse el casco.

—Creo que es buena idea —respondió Alex con una voz carente de emoción. El miedo los tenía por el cuello y ambos lo sabían.

—Chicos —Milton se quitó el casco y los miró directamente—, pase lo que pase... solo... tengan mucho cuidado.

—Lo tendremos Milton, ustedes igual —la motocicleta aceleró después de eso y se perdió entre las calles. Alex hizo lo mismo y fueron hacia los puertos.

Una vez que llegaron, sorpresivamente no se encontraron con nada ni nadie, salvo por una profunda oscuridad y el constante sonido del océano y el metal de los barcos y los grandes contenedores metálicos. Detuvo la motocicleta y ambos bajaron, caminaron un poco completamente confundidos, algo no marchaba bien.
Entonces, un par de enormes luces los iluminaron, y en cuestión de segundos decenas y decenas de soldados de la legión comenzaron a emerger de todas partes, Zoey y Alex se colocaron nuevamente espalda con espalda mientras el pequeño ejército los rodeaba por completo. Todos los soldados portaban aquel uniforme negro y con lentes rojos que más parecía una legión de espectros listos para acabar con ellos.
Lentamente comenzaron a caminar hacia ellos, Zoey cargó tres flechas y Alex dividió el Demoledor en un par de bastones contundentes.

—¿Lista? —preguntó preparado para pelear.

—Lista —respondió de igual manera mirando a sus contrincantes.

—¡Alto! —todos los soldados se detuvieron al instante. Dagger salió de entre las filas enemigas, tal vez la máscara lo ocultaba, pero era obvio que debajo había una enorme sonrisa. Detrás de él se veía a Viper, ella parecía extasiada con la idea de finalmente poder ver la muerte de los Protectores—. Al perecer recibiste mis mensajes.

—¡¿Dónde están ellas maldito hijo de puta?! —se sobresaltó y los soldados por igual.

—Calma cuervo, ahí están —otro par de luces iluminó dos grúas que sostenían algo, Alex quedó horrorizado al ver que era, su madre y Becca estaban atadas y amordazadas en lo mas alto de las grúas.

—¡Tú maldito! —dió un paso hacia él pero Dagger simplemente levantó su mano, el gancho que sostenía a Becca comenzó a bajar de manera estrepitosa hacia el suelo—¡No! —cerró su puño h la caída se detuvo.

—Eso pensé —caminó con las manos atrás y se detuvo frente a ellos —, niños, me impresionan, en verdad no puedo creer que sigan aquí, son una verdadera maravilla, me encantaría que estuvieran de mi lado, pero... como sé que la dinámica de ustedes los ''héroes'' es declinar las ofertas del villano, que en este momento piensan que soy yo, entonces prefiero no intentarlo. Muchos sabrán valorar el regalo que es la oscuridad, igual que él lo hizo.

—¿Él? —Zoey le dedicó una mirada de confusión. Dagger volvió con sus hombres.

—Cierto, no les he mostrado mi nueva adquisición —los soldados se abrieron y una figura vestida con un traje negro y rojo apareció quien portaba una máscara de colores iguales, al estilo de un samurai pero llena de picos—. Es Shredder —se acercó hacia Alex, y cuando estuvo frente a él, se retiró la máscara, Troy le mostró una mueca llena de maldad acompañada de un par de penetrantes ojos rojos.

LOS PROTECTORES: Los Nuevos Héroes Where stories live. Discover now