One Shot De Futbolistas

Mi Paciente Favorito •||Mario Götze||•

-Buenos días Doctora Baicher-dí una sonrisa acompañada de un asentimiento y entré a mi consultorio, minutos luego entro Fred y Suryh, mis manos derechas y mis amigos

-Buenos días Leigh-dejó en mi escritorio los informes médicos

-Buenos días Fred, Suryh-observé el primer historial "Mario Götze"-¿Cómo se encuentra el señor Götze?

-El señor Götze se encuentra excelente, ya está apto para finalizar su tratamiento-asentí

-Ve a prepararlo Fred, iré a firmar los papeles-el nombrado asintió y se retiró de la habitación

Salimos con nuestras batas ya colocadas y nos dirigimos a la habitación de Mario mientras que Suryh me miraba divertidamente

-¿Qué te sucede?

-¿Con que Señor Götze?-dijo coquetamente, observó la habitación, no había rastros de Mario, seguramente había ido a su último chequeo

-Pues claro, es mi paciente-dije extrañada mientras leía los papeles

-Eso no decías ayer cuando tenías unas copas por demás

-¿Qué dije?-le pregunté con cierto miedo

-"No sabes lo genial que besa Mario"-hizo raras señas con las manos-"Quisiera que esos labios sean mios para poder besarlos siempre"-hizo un intento fallido por imitar mi voz-"Y su cabello"-suspiro mientras que fijé mi mirada en el sujeto que se encontraba detrás suyo-"Sus ojos me enamoran cada día más"-miró a un lugar inexistente-"Quisiera besar y lamer cada uno de sus abdominales..."

-Hola Doctora Lynch, Baicher- esto no me podía estar sucediendo, mi cara seguramente se encontraba roja por mi sonrojo al igual que la de Suryh

-Buen día Señor Götze-terminé de firmar los papeles que daban el alta médico-Tenemos buenas noticias, hoy ha finalizado su tratamiento y ya no tiene ningún impedimento para no jugar-Suryh sonrió mientras que mi mirada no se despegaba de los papeles-En treinta minutos se podrá retirar-mi amiga morena sonrió y se retiró dejandome a mi en el momento más incomodo de todos mis 21 años

-Así que quieres lamer mis abdominales-dijo enarcando una ceja divertidamente

-Señor Götze, es de mala educación escuchar la conversación de los demás

-No si en esa conversación hablan de mí-dijo mientras se quitaba la camiseta

-¿Qué hace señor Götze?-pregunté rápidamente

-Tranquila Leigh, sólo me cambio para cuando pueda salir de aquí, pero si quieres observarme te doy mi dirección-negué con mis mejilla rojas-Eres tierna cuando te sonrojas

-Señor Götze, porfavor tenga profesionalismo- fuí hasta la puerta

-Eso no decías hace dos días cuando me besaste

-En minutos se puede retirar-salí por la puerta mientras desabotonaba los botones de mi bata

Soy yo o hace más calor, no lo creo, está haciendo 5° en Dortmund.

En las siguientes doce horas sólo me dediqué a atender a los pacientes más pequeños, esos niños que siempre sacaban una sonrisa en mí, aun así en mi mente rondaba la sonrisa de Mario, sus ojos color almendra que me hipnotizan...

Cuando iba caminando por el estacionamiento sentí como alguien tapaba mi boca y tomaba mi cintura por detrás.

Comencé a forcejear e intentar patalear cuando el sujeto dice-Tranquila bonita, no hagas ruido-conocía perfectamente esa voz

-Mario ¿Qué sucede?-hablé en un susurró así como él lo hizo

-Allí-señaló mi coche que estaba rodeado de periodistas-Están los periodistas asechando tu automóvil listos para perseguirte hasta que le digas cómo está mi salud-Colocó su chaqueta sobre mi cabeza cubriéndonos-Por eso mismo tengo el deber de llevarla a su casa en mi coche

-¿Porqué debería hacer eso Señor Götze?-pregunté divertida mientras daba unos pasos atrás gracias a su cercanía

-Será una muestra de agradecimiento por su labor

-Es mi trabajo

-¿Eres así de contradictoria siempre?-preguntó provocando mi risa, nos subimos en su coche y partimos rumbo a mi casa

Entre diversas conversaciones sobre nuestros trabajos, nuestras vidas personales llegamos a mi casa.

-Llegamos a su castillo princesa-dijo observando la mansión

-Muchas gracias príncipe-reímos y abrió mi puerta

-¿Me invitaras a tomar café?-preguntó cuando vio que le entregaba su chaqueta, esbose una sonrisa y caminé hasta abrir la puerta principal

-Pasa-ladee mi cabeza dejando lugar para que entrara cosa que al instante hizo

-Bonita mansión-exclamó, di una sonrisa de agradecimiento y dejé todas las cosas del trabajo, tomé mis toallas desmaquillantes y comencé a quitarme todo el maquillaje de mi cara-Pero más bonita eres tú-susurró en mi oído observándome a través del espejo

Me dio la vuelta lentamente y rodeo mi cadera al igual que yo tímidamente su cuello.

-Usted es también muy bonito Götze

-Basta de formalidades Leigh-Anne, ya no estamos en el trabajo-comentó observando detenidamente mis finos y rosas labios

-Mario...-intente imponer distancia entre nuestros cuerpos

-¿Sabes que me apetece?-negué -Probar tus labios-rápidamente al terminar su frase sentí sus labios sobre los míos, por inercia corrrespondí a su beso, tan delicado pero a la misma vez tan apasionado

Lentamente fuimos empujando nuestros cuerpos hasta subir a mi habitación, las prendas caían a nuestro alrededor mientras que nuestras manos dejaban caricias en nuestros cuerpos.

Minutos luego, con mis manos entrelazadas con las suyas y nuestras bocas unidas nos convertimos en una sola persona.

Lenta y delicadamente aquel Alemán que me vuelve loca me hizo suya, me entregué como nunca a nadie me había entregado.

Minutos, horas, no lo sé, sólo se que estaba muy cansada descansando en el pecho de Mario, entre sus brazos.

-No es el mejor momento para hacerlo pero quiero preguntarte algo que lo he querido hacer desde hace meses cuando te ví-dijo con su voz tranquila mientras dejaba leves caricias en mi espalda descubierta

-¿Qué quieres preguntarme?-mis ojos se conectaron con los suyos

-Desde hace seis meses que quiero preguntarte esto... Doctora Leigh-Anne ¿Me concedería el placer de ser mi hermosa novia?-mi sonrisa no se igualaba a ninguna

Miré detalladamente cada facción de él en busca de alguna mueca de broma, pero en su lugar sólo había una sonrisa sincera y mi reflejo en sus ojos.

-Claro que sí Mario-besé su pecho anteriormente a que sus labios formaran con los míos un bello beso. Al separarnos argumente-Claro que quiero ser su novia... Mi Paciente Favorito...