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Capítulo 6: La enferma.

Los gemelos me estaban haciendo el favor de cuidar a mis niños por tres días, ya que con eso de que no tengo ni el anillo, ni el collar, me estoy volviendo loca. Y bueno, han pasado dos.

No he ido a la escuela, y gracias los hermanos, me justifican la falta por estoy "enferma".

No encuentro el collar por ningún lado, es como si la tierra se lo hubiera tragado. No soy una persona desordenada, y estoy segura de que lo dejé en mi buró...

Es por eso que no voy a la escuela, y con mi mate cerca... esto de descontrolaría como la última vez. Ah, según el periódico, el baño de la escuela fue brutalmente destruido por una banda de alumnos rebeldes, los cuales aún no son descubiertos.

Je.

Desde ese momento en el que sentí la presencia de él, mi cuerpo se... ammm... calienta.

Y por desgracia, es todo menos desagradable.

Mi loba no me habla, pero aun así siento lo que ella.

Me la paso conteniendo lágrimas, y no quiero que mis bebés lo vean. Es decir, si ven esta parte de mí, ¿Qué pensarán? No puedo permitirme ser débil frente a ellos.

Estoy en mi casa, en una esquina de mi habitación, rogándole a mi loba que pare de llorar. No obstante, ella no me quiere dirigir la palabra.

— Keyla... — Le llamo por décima vez, pero solo un sollozo se me escapa.

Respiro hondo, y me seco mis lágrimas. Si así es como se siente el amor... no lo quiero.

— Keyla, sé que amas a Logan, p-pero Es injusto. Yo no quiero sufrir... tengo mucho miedo, y lo sabes. Me aterra la idea de juntarme con mi mate, y no sé si sea capas de aceptarlo tal y como es...

<< ¡NO TE ATREVAS! ¡NI SIQUIERA LO CONOCES!>> Sus gritos hacen que me estremezca.

Ella nunca me grita. Debe estar furiosa conmigo. Y por una parte lo entiendo. Le estoy impidiendo estar con la persona que ama...

— Es cierto, no lo conozco,— Sorbo mi nariz— Y sabes el por qué.

<< ¡Tus absurdas ideas nos destruyen, Alissa! ¡Es tu mate! ¡No te hará daño!>>

— ¿Y si lo hace? — Suspiro— Keyla, no me preocupo tanto por mí. Es... es por el bienestar de los niños. Kevin, Gael, Kelly, Nicole... ¿Acaso no los amas como yo?— Pregunto con dolor.

<< No seas ridícula. Sabes que Los amo tanto como tú. Pero, ¡Eso no es relevante en esto! ¡Solo quiero a Logan! ¡Vamos! ¡Sé que tú también sientes esa chispa con tu mate! Desde que Lo viste, sientes esa necesidad de tocarle, besarle, hablarle, cuidarle, y sobre todo: amarle. No me lo puedes negar.>>

Me quedo en silencio, y me tapo la cara. Esta vez lloro, pero no por ella. Lloro por mí.

Soy débil. Toda mi vida he estado huyendo de los peligros. Y por más que quiera negarlo, no puedo... Keyla tenía razón. Pero no quiero ir y conocer a ese chico.

Me da terror.

— Keyla... ¿Qué hago?...— Sollozo.

La loba de la manadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora