Dos;

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Tom y Edd jugaban sentados en el suelo de la terraza de la casa del de sudadera verde, cuando aparece el Commie de mier...digo Tord, trayendo unos cuantos platos de plástico y crema de rasurar.

– Chicos, ¿ponemos una tienda de pasteles? ya tengo los platos y está crema servirá como merengue.

– ¡Yo juego! — Edd en ese instante se levantó del piso lleno de pura mugre.

– Pues al cabo que estábamos aburridos. Yo también. – la bola de billar que veía gracias a magia pókemon se limpió la tierra de los pantalones.

Entonces los niños de inocentes (bueno, no tan inocentes en el caso de Tord) mentes se dispusieron a servir la crem- digo merengue.

– Disculpe, señor — dijo Tom dirigiéndose a Tord que fingía ser el que vendía— ¿me puede dar un pastel?

– Claro — el noruego contestó con acento francés — aquí tiene.

Entonces Tom hizo como que le dió el dinero y como todo pendejo se comió la crema. Acto seguido la escupió y Tord se dió un facepalm.

– ¡Idiota! eso no es merengue de verdad, ¡es crema de rasurar!

– ¿Sabes qué? ¡Cómete tu el pastel!

El de cuencas vacías le aventó el plato a la cara y se marchó, dejándolo como una auténtica Tordta.

Las aventuras de Tom Ridgewell ✖↪ EddsWorld ↩✖Where stories live. Discover now