Siete;

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Tom estaba jugando en el patio de su casa hasta que Tord pasó por allí y se quedó observándolo un momento. Finalmente abrió la bendita boca.

– Tom ¿por que le pones nombres a cosas inertes y las tratas como su estuvieran vivas? Como Steve, Susan, Tomee Bear..

De repente y de la nada le cayó un zapato en la cara y logró ver al chico con lágrimas en sus inexistentes ojos.

– ¡Estúpido insensible! — dijo antes de irse corriendo.

Más tarde iban a quemar a Tord.

Fin.

Las aventuras de Tom Ridgewell ✖↪ EddsWorld ↩✖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora